miércoles, 22 de octubre de 2008

Heridas abiertas, heridas cerradas

Incluso los más críticos con el auto del juez Garzón sobre el levantamiento de fosas de víctimas de la represión franquista, deberán reconocerle una virtud: ha conseguido que hasta quienes con más fuerza se opusieron a la por ellos denostada Ley de Memoria Histórica, si bien no se han convertido en adalides de la misma, sí que la enarbolan con entusiasmo para criticar la actuación del juez y parece que de repente y por sorpresa ya no les parece tan mala.
Yo, a fuerza de ser raro encuentro coherentes tanto el auto como el recurso, aunque tengo muy clara mi preferencia, entiendo ambas posturas no sólo jurídicas, sino políticas, pero no puedo evitar encontrarle un regusto arrogante a aquellos que dicen que como ellos han superado el tema, como lo han olvidado o sus heridas están cerradas, necesariamente debe haber ocurrido así con toda la sociedad. Entiendo que sólo quienes las padecen, y los hay, pueden dar fe de la cicatrización de esas heridas que para ellos continúan abiertas independientemente de que para una mayoría de la sociedad no sea así. Al menos parece que ya hay un cierto consenso en la necesidad de exhumación de los cadáveres, y eso es positivo.
Esto que se ha dado en llamar recuperación de la memoria histórica es necesario y positivo para el país, siempre que se consiga que sea un proceso que logre cerrar las heridas de quienes las sienten abiertas sin abrir las de los que las consideran cerradas. Me temo que de momento no se han conseguido ninguna de las dos cosas, pero sea mediante la aplicación de la LRMH o judicialmente, o por otra vía, debe perseverarse en el camino, porque la meta es más que noble, imprescindible, y porque no es de recibo que una democracia tolere la existencia de ningún tipo de fosas comunes ni de muertos anónimos.


2 comentarios:

alfredo dijo...

Hola Andrés. Yo, siendo contrario radicalmente al franquismo y a toda dictadura, pienso que se necesita una izquierda auténtica. Una izquierda que actue aquí y ahora por el bien de la sociedad y los necesitados, apoyando de una vez medidas como la renta básica.
Lo del franquismo, es más apariencia que realidad.
Saludos

Andrés Barrero dijo...

Cierto, Alfredo. Necesitamos una izquierda civica en este país que haga de una vez políticas verdaderamente progresistas, algo básicamente inédito en nuestra democracia.
El tema de la memoria histórica, en lo que se refiere a las víctimas, para mi, es completamente ajeno a la ideología, y es una lástima que el debate se desvíe a un enfrentamiento sectario tan estéril como absurdo. Todos los partidos democráticos son tan ajenos al franquismo como al estalinismo o cualquier otro totalitarismo, y sin embargo se enfangan en estos debates equivocados con pasmosa facilidad. No lo entiendo.
Sin embargo es fácil caer en la trampa, critíco a los políticos por dedicar su tiempo a debates estériles y yo mismo le dedico tiempo en el blog a temas que no tienen más recorrido que el caso que les hagamos. Y en este el resultado será el mismo independientemente de que muchos se empeñen en envolverlo en una parfernalia frentista que nada aporta. Mea culpa.