sábado, 29 de noviembre de 2008

La vocación teatral de André Tchaikowsky

La vocación teatral de André Tchaikowsky ha tardado 30 años en materializarse, 30 largos años desde que decidió dedicarse a la escena hasta que logró debutar, eso sí, a lo grande. Y no sería nada extraordinario, el mundo está lleno de vocaciones tardías y de carreras frustradas, a no ser por el hecho de que esos 30 años han transcurrido para este pianista judio radicado en Oxford en la tranquila quietud del cementerio, urna o recuerdo en el que descanse su memoria. Porque cuando murió de cancer en 1982, a los 46 años, además de donar su cuerpo a la ciencia, incluyó en su última voluntad la llamativa claúsula por la que cedió su calavera a la Royal Shakespeare Company para que fuera usada en representaciones teatrales.
Ha sido necesario para culminar su sueño vencer no sólo los lógicos trámites burocráticos, sino los reparos de muchos actores que, antes que David Tennantm, actor que encarna a Hamlet en la nueva producción de la compañía, decidieron no utilizarla ya que su historia les impedía concentrarse en el papel. Ahora, por fin, André Tchaikowsky ha interpretado por fin su primer papel. Yorick, por supuesto.
Encuentro sumamente refrescante esta historia porque, tras lo ocurrido el miércoles en Bombay, el ejemplo de alguien que decide convertir su muerte en un acto de sensibilidad artística cuando hay tantos que deciden convertirla en una acto de barbarie y destrucción, consigue reconciliarnos con nuestros semejantes, recordarnos que hay mucho más en la naturaleza humana que el odio y el resentimiento. Este pianista nos ha recordado, tal vez involuntariamente, que la cuestión no es ser o no ser, sino qué ser, y eso es algo que debemos agradecerle.

viernes, 28 de noviembre de 2008

La enmienda 138 y la calidad democrática en la UE

El Consejo de la UE ha decidido eliminar la enmienda 138 del paquete legislativo que debate en relación a la reforma del mercado de las telecomunicaciones, informa Público. Dicho así no es muy llamativo, parece una mera cuestión de trámite, pero si tenemos en cuenta que la enmienda lo que dice es "ninguna restricción a los derechos y libertades fundamentales ha de ser impuesta sin la resolución previa de las autoridades judiciales" resulta más que llamativo, incomprensible, que los Gobiernos de la UE hayan decidido eliminarlo, no sólo porque para hacerlo hayan obviado el voto del 88% de los parlamentarios europeos, que son los que optaron por la inclusión de dicha enmienda (una mayoría más que absoluta, inaudita), sino porque la decisión de los Gobiernos, además de ser contraria a la voluntad expresada por los ciudadanos a través de sus representantes, supone una nueva supeditación de los derechos civiles a los intereses empresariales en esta UE en la que los únicos destellos de sensibilidad social son los que producen el brillo de su ausencia.
En pleno siglo XXI, escamotear a los ciudadanos la intervención de un juez, y por tanto la garantía democrática, en cualquier medida punitiva o coercitiva que pueda tomarse contra ellos es de todo punto inaceptable, supone una política regresiva en tanto a los derechos civiles que es incomprensible que gobernantes democráticos se planteen siquiera imaginar.
Parece que es este el signo de las reformas que Sarkozy plantea bajo la pantalla de humo de una supuesta modernización, de una búsqueda de eficacia en las instituciones que lo único que encuentra es pérdida de calidad democrática en beneficio de un mayor poder ejecutivo de los gobernantes, poder que inmediatamente ponen al servicio de las empresas en detrimento de los intereses de los ciudadanos de los que emana el mismo, y no es algo que se deba permitir porque no es el modelo de internet lo que nos estamos jugando, sino el peso de nuestros derechos fundamentales en la balanza de cualquier reforma que se plantee en el futuro, un peso que a día de hoy debería estar ya fuera de toda discusión y que, lamentablemente, no lo está.

jueves, 27 de noviembre de 2008

Bono, de nuevo

Tengo para mí que el nuevo llamémosle incidente protagonizado por Bono, esta vez a cuenta de la conmemoración de la Constitución, no se está interprentando de la manera correcta. Que al final haya famosos o no o incluso la lista de estos no deja de ser irrelevante, que el fracaso de esta iniciativa pueda ser consecuencia de la frustrada colocación de la placa conmemorativa de Sor Maravillas, tampoco, lo realmente relevante es la actitud del Presidente de la Cámara quien asume como propia una iniciativa que se le presenta, decide a qué personas invita y después somete el asunto a la consideración de la mesa como un hecho consumado. No quisiera yo tildar de autoritario a una de las más altas personalidades, desde un punto de vista institucional, del Estado, y mucho menos decirle como debe hacer las cosas, pero parece evidente que la senda de la lógica obliga primero a someter a debate la iniciativa, después consensuar la lista de invitaciones y finalmente enviarlas. Lo contrario, además de no ser operativo y de revertir negativamente en su prestigio personal, constituye una concepción personalista de la cosa pública como una política de hechos consumados que, por usual que sea en muchos ámbitos, no debiera ser aceptable para nadie en democracia, lógicamente menos aun para él.

Shalimar en Bombay

Como siempre, las primeras cosas que hay que decir sobre un acto terrorista son su condena explicita y sin paliativos y el pésame y solidaridad hacia las víctimas, y en este caso también cabe congratularse porque ciudadanos de nuestro país, especialmente la legítima representante de los madrileños, hayan salido indemnes. Pero la terrible cadena de atentados de ayer Bombay tiene una peculiaridad relevante, al menos a mi me ha llamado poderosamente la atención, y es que más que un acto terrorista indiscriminado como los que tristemente conocemos, las informaciones que nos llegan nos hacen pensar más en una operación militar selectiva, perfectamente planificada, aunque no sé interpretar muy bien este cambio de estrategia que desde luego no creo que sea extrapolable a otros lugares. Tengo la sensación, por anticuado que suene, que este nivel de organización, de militarización de los terroristas en la India, Pakistan y Bangla Desh es consecuencia de la desastrosa descolonización que llevaron a cabo los británicos, de la artificial division del país basándose en criterios eminentemente religiosos que condenó a todos ellos a una coexistencia basada en un nacionalismo feroz y en el odio al otro como piedra de toque de las relaciones entre vecinos, lo que permite el respaldo encubierto de los estados a los grupos terroristas y su organización paramilitar.
Para quienes hemos leído "Shalimar el payaso", la magnífica novela de Salman Rushdie que documenta cómo el odio es capaz de apoderarse de una comunidad hasta transformarla en poco menos que un infierno, estos lamentables atentados suenan a música conocida, el virus que destruyó el paraíso que Rushdie decía era Cachemira parece haberse extendido al resto de la India, confiemos en que con distinto resultado.

miércoles, 26 de noviembre de 2008

Las decisiones absurdas y sus votos cautivos: la abstención del PSOE a la privatización parcial del Canal de Isabel II

El problema de las propuestas absurdas es que tarde o temprano te llevan a tomar decisiones absurdas. Es lo que ocurre con el brindis al sol que tuvo a bien regalarnos el PSOE cuando se propuso votar a favor de todos los presupuestos en aquellos lugares donde ejerciera la oposición, oposición que por definición dejaría de ejercer en uno de los momentos cruciales del año. Podría haberse comprometido a no presentar enmiendas a la totalidad y limitarse a enmiendas parciales, y éstas podrían limitarse únicamente a los aspectos que consideraran más inadmisibles, pero no, se comprometieron a facilitar la aprobación de los presupuestos tal y como se presentaran y a consecuencia de ello se ataron de pies y manos para, por ejemplo, poder votar en contra de una de las medidas de cuya oposición han hecho bandera en Madrid: la privatización del Canal de Isabel II, en la que por cierto, además de la propia gestión del agua, está en juego la titularidad de no pocas propiedades inmobiliarias o mejor dicho, el destino de los ingresos que tarde o temprano generará su venta. Porque sí, aunque sea algo rayano en el fraude de ley, es costumbre de Esperanza Aguirre utilizar la ley de acompañamiento de los presupuestos para escamotear el debate de aquellas medidas que supone polémicas, como será en este caso la conversión de la empresa pública que gestiona el agua de la Comunidad de Madrid en una empresa mixta con un 49% de capital privado. Y pese a la ferviente oposición que ha mostrado el PSOE a esa medida, no se opondrá en la Asamblea. Y lo peor es que nos venderán como ejercicio de responsabilidad lo que no lo es sino de dejación de funciones, por no decir hipocresía.
Me pregunto que ocurrirá si dentro de unos años, por ponerse a imaginar, los accionistas del Canal deciden venderle ese 49% de las acciones a, pongamos, una empresa rusa de esas que tanto asustan al PP. ¿Cómo culparán entonces al Gobierno? No lo sé, pero no hay problema. Ya encontrarán la manera.

martes, 25 de noviembre de 2008

Almudena Grandes, Antonio Muñoz Molina, sor Maravillas y la izquierda

Contiene el artículo de Almudena Grandes publicado el pasado 24 de noviembre en el diario El País, una frase tan inadmisible en boca de cualquier ser humano, cuanto más en la de una mujer, que personalmente me declaro incapaz de comprender qué motivó a una reconocida escritora a ponerla por escrito sabiendo que iba a ser leida por miles de personas. Antonio Muñoz Molina da cumplida réplica en el mismo periódico a la frase de tan mal tono que un cierto pudor, por no decir conciencia elemental, me impide reproducir, y lo hace tan acertadamente que no cabe añadir o quitar coma alguna, simplemente expresar tanto apoyo a lo que dice uno como indignación por lo que dice la otra. Es un deber moral de todos quienes nos decimos publicamente de izquierdas mostrar nuestro rechazo frontal a estas actitudes puntuales, vengan de quien vengan, porque la izquierda no es eso y si en su nombre alguna vez se ha dado cobijo a esas actitudes sólo nos queda lamentarlo, rechazarlas de plano y trabajar por una izquierda cívica, democrática, no sectaria, incluyente y escrupulosamente respetuosa con las convicciones ajenas.

Los balones fuera de la Ministra Cabrera y otras cruces

Lo realmente difícil de comprender de las reacciones a la sentencia que obliga a retirar los crucifijos de las aulas de un colegio público en Valladolid no está en las críticas de la Iglesia o el PP, esperables, ni tan siquiera en las alabanzas de parte del PSOE o de IU, menos aun en el silencio de C´s, lo realmente incomprensible es la reacción de la ministra Mercedes Cabrera quien decide por su cuenta y riesgo que ni las sentencias judiciales ni la propia constitución son relevantes y que es un tema sobre el que en cada caso deben decidir los respectivos Consejos Escolares, algo que por cierto es contrario a la sentencia del Tribunal Superior de Justicia de Madrid que dejó claro en 2002 que dicha pretensión era contraria a derecho. Así pues, si nuestra Ministra de Educación puede incitar públicamente a incumplir deliberadamente dos sentencias judiciales así como a no acatar los valores consagrados por la Constitución, ya nada puede ser sorprendente. Es lamentable el recurrente recurso a los balones fuera de este gobierno que sorprendentemente es tachado de laicista cuando nada ha hecho por la laicidad del Estado, sino todo lo contrario.
Finalmente, quisiera dejar claro que no existe en la petición de retirada de crucifijos de las aulas publicas el menor rastro de motivación antireligiosa, no es una falta de respeto a los católicos que se solicite dicha retirada porque no se trata de prohibirlos, sino de no colocarlos donde los valores que nos hemos dado como pueblo a través de la carta magna dejan claro que no deben estar. Si existe alguna falta de respeto es en todo caso la contraria, la imposición de un símbolo religioso, el que sea, en un espacio público.
Y sobre la no menos absurda descalificación de la sentencia porque "a nadie ofende un crucifijo en un aula", simplemente cabe remitirse a los hechos: ofende al menos a los padres que han interpuesto la sentencia y a las confederaciones de padres que la han apoyado. Que sean mayoría o minoría es irrelevante, porque da la casualidad que tienen la ley de su parte y eso, en un estado de derecho, se quiera o no, debe pesar más que cualquier otra consideración. La sumisión de la ley al muy respetable sentir particular de parte de la ciudadanía no es que sea inadmisible, es que escapa a las más elementales nociones de sentido común.

lunes, 24 de noviembre de 2008

Repsol y el ¿liberalismo?

No deja de sorprender la curiosa concepción del liberalismo, que tan a gala se lleva últimamente en el PP, según la cual el Estado debe intervenir para impedir la entrada de una empresa en el accionariado de otra. Lo que no explican es porqué se debe intervenir de esa forma en el libre mercado, cómo puede hacerse sin vulnerar las leyes comunitarias de libre competencia y, sobre todo, de ser tan fundamental el mantenimiento de Repsol bajo control español, ¿porqué entonces la privatizaron?
Gobierno y oposición tienen sobradas razones para agachar las orejas en lo que al respeto de la independencia empresarial se refiere, ni PP ni PSOE parecen muy coherentes en este aspecto, como ya se vio con Endesa, caso paradigmático de incongruencia ya que gracias a él vimos como se defendía que vender acciones a una empresa catalana era el fin del mundo mientras que hacerlo a una alemana era la panacea, lo cual a su vez era para otros un desastre, mientras que si la empresa era italiana todo era correcto. Tal vez de aquellos barros vengan estos lodos, tal vez por ellos ahora tristemente ninguno de los dos tiene la menor autoridad moral para oponerse o defender cualquier operación que afecte a Repsol.
Hay que ser más serios, cada uno puede defender la postura que considere oportuna respecto al intervencionismo del estado en las empresas, todas son legítimas, pero lo que no se puede hacer es defender a la vez una cosa y su contraria según interese en cada momento.

domingo, 23 de noviembre de 2008

Manuel Cobo, los 250 km/h y la "doctrina Triado"

Me dejé en el tintero esta semana una frase de Manuel Cobo, el segundo del alcalde Gallardón, quien preguntado sobre la posible responsabilidad de la administración en la desgraciada muerte de un joven a manos de los porteros de una discoteca (que funcionaba mediante concesión en un terreno de titularidad municipal) sobre la que pesaban 47 denuncias y 5 peticiones de cierre, dejó dicho «Si un conductor va a 250 kilómetros por hora y, sin haber pasado la ITV, atropella y mata a una persona ¿tendría algo que ver el que hubiera pasado la inspección?»
Nada es gratis, este argumento no es más que la lógica consecuencia de la doctrina Tirado según la cual no existe relación entre los actos y sus consecuencias indirectas, porque a fin de cuentas, si vale para un juez, ¿porqué no habría de valer para una administración?
Aunque para que la comparación fuese correcta habría que añadir a un conductor sin carné denunciado reiteradamente por ello, puesto que la discoteca funcionaba sin licencia, la respuesta a la pregunta del señor Cobo es sí, si un coche no pasa la ITV, debería ser inmovilizado de forma que no pudiera circular a 250 kilómetros por hora, ni a 30 si nos ponemos, de forma que difícilmente podría atropellar a nadie, de la misma forma que la discoteca debería haber estado cerrada si el Ayuntamiento de Madrid hubiera cumplido con su obligación conforme a los mínimos estándares exigibles de eficacia en la gestión, lo cual, obviamente, no indica culpabilidad, pero si responsabilidad (no digo que personal, pero sí institucional), y tratar de escurrir el bulto de esa manera en un asunto de naturaleza tan dolorosa, además de triste es francamente poco elegante.

sábado, 22 de noviembre de 2008

Marruecos culpable, España responsable

El pasado sábado hubo una manifestación, exitosa a simple vista, en favor de la independencia del Sáhara por el centro de Madrid. El lema "Marruecos culpable, España responsable", todo un acierto, parece no haber sido muy efectivo, dada la ausencia de declaraciones al respecto, si lo que pretendía era remover en España las conciencias de quienes con su deplorable inacción continúan permitiendo la sistemática vulneración de los derechos humanos en un territorio sobre el que, se quiera o no, se mantiene una ineludible responsabilidad histórica. Pero miento, no es exacto hablar de inacción, en realidad el gobierno de Zapatero sí que ha hecho algo, dejar de ponerse del lado de las víctimas para ponerse del de los verdugos cambiando la posición tradicional de nuestro país en defensa del referéndum de autodeterminación por un apoyo explícito a la posición de Marruecos de una autonomía limitada para la que consideran una región.
Aunque el eco logrado en los medios no haya sido el deseable, me permito felicitar desde aquí a los convocantes y organizadores por lo que yo, desde luego, considero un gran éxito.

viernes, 21 de noviembre de 2008

Los dudosos méritos de sor Maravillas y los indudables deméritos de Bono

No tendría nada que objetar a la colocación de una placa en el Congreso a una religiosa que hubiera hecho méritos para ello, no es el caso de sor Maravillas, quien va a acceder a ese honor antes que muchas personas católicas o no, de izquierdas, derechas o centro que antes, durante y después que ella sí que los han hecho. El único mérito objetivo que se aduce es que aparentemente las dependencias del congreso ocupan hoy día la que antaño fue su casa natal. Nada más hay en su vida que justifique el homenaje civil que ahora recibe, y como muchas otras personas nacieron y vivieron en las casas que hoy se supone constituyen la de todos, cabe suponer que sólo su condición de santa justifica esta absurda y arbitraria decisión.
Bien, queda claro que, como por otro lado bien publicita el Presidente del Congreso, el señor Bono ha colocado una vez más sus convicciones personales, muy respetables, por encima de las obligaciones de su cargo y eso, en democracia, sólo debería tener un final, su dimisión. Sé que eso no va a suceder, pero ello no obsta para que la pida, porque respeto profundamente las convicciones del señor Bono, obviamente de forma inversamente proporcional a cómo lo hace él con las mías o con las de todos aquellos que no coincidan con él, pero como el Congreso es mi casa tanto como la suya por más que coyunturalmente la presida, le pedi
ría al señor Bono que rinda cuantos homenajes desee a quien le parezca oportuno, pero en su pared, la de su casa, porque para hacerlo en la de todos, lo menos que se le puede exigir es preguntar.

jueves, 20 de noviembre de 2008

El Balcón de Rosales y la ética periodística

Hay algo obsceno, pornográfico diría, en esos accesos de amarillismo que tiene de vez en cuando el diario El Mundo y que en esta ocasión les ha llevado a presentarse en la casa de los padres de uno de los porteros inculpados por la muerte de un joven en la discoteca "Balcón de Rosales" y perpetrar el vergonzante artículo que tuvieron a bien publicar. ¿Acaso no existen filtros en ese periódico, algún tipo de control ético de los contenidos? ¿O es que apretenden colarnos como noticia de interés humano lo que no es sino bazofia periodística de la peor especie?
Hay mucho que escribir sobre este tema, principalmente sobre la incomprensible inacción del Ayuntamiento de Madrid sobre un local que ha acumulado 47 denuncias y 4 solicitudes de cierre por parte de la policía, se puede hacer un enfoque más amplio y hablar de la falta de regulación por parte de la Comunidad de Madrid que permite que el ejercicio de la profesión de portero de discoteca haya sido coto para que determinados descerebrados den rienda suelta a sus violentas inclinaciones, incluso puede uno ponerse a analizar el modelo de ocio de la juventud, pero lo que no es de recibo es aprovecharse del dolor de unos padres para conseguir un titular que además de ser extraordinariamente ofensivo para la víctima no aporta absolutamente nada relevante al caso, a no ser que para el periódico lo sea la evidencia de que el amor que sienten esos padres por su hijo les permite creerse su, por lo demás increíble, versión.

miércoles, 19 de noviembre de 2008

El tablero de Garzón

El juez Garzón, en lo que parece una jugada inteligente destinada a evitar que le declaren incompetente para ver el caso, ha decidido inhibirse en la causa penal contra Franco, algo que respeto aunque a mi humilde entender es contradictorio con los argumentos que él mismo expuso en su auto inicial mediante el que se declaró competente, y trasladar los casos a los respectivos juzgados territoriales. Desconozco si en esta partida de ajedrez entre el magistrado y la fiscalía en que se ha convertido este proceso, en esta nueva jugada las víctimas se convierten en sacrificables peones para esquivar una probable resolución adversa o por el contrario es el juez quien se ha sacrificado para permitir que se pueda continuar con las exhumaciones, pero confío en que con esta decisión se aleje de una vez el ruido mediático de este asunto y por fin puedan los familiares de los represaliados localizar y honrar a sus víctimas como en conciencia consideren oportuno. Si al menos se consigue eso de este accidentado proceso en el que nuestros políticos y creadores de opinión de toda condición han mostrado impúdica y claramente su predisposición a seguir cavando banderitas en las fosas de los desaparecidos y en su memoria, habrá resultado positivo, porque el objetivo fundamental debe ser ese, la localización e identificación de los desaparecidos y ese, lejos de ser un tema político, debería ser un tema de estado.
Lo demás, los juicios, condenas, estudios o revisiones que se deseen hacer sobre la dictadura franquista, que las hagan cada uno en su campo y conforme a su conciencia, la historia y la ciudadanía juzgarán a cada uno como corresponda tanto por sus actos como por lo que hayan dejado de hacer, pero que se permita que de una vez y para siempre se cierre la herida de la ignominiosa pervivencia de unas fosas comunes y anónimas incompatibles con la esencia fundamental del estado democrático.

martes, 18 de noviembre de 2008

El CAC, la COPE y la manipulación

No deja de sorprenderme la capitalización que han logrado hacer desde la COPE de la arbitraria concesión de licencias de fm por parte del CAC, porque si uno lee la totalidad de los artículos, no sólo los titulares, no es cierto que se haya perjudicado exclusivamente a medios conservadores como la cadena de la conferencia episcopal o las del grupo editor de El Mundo, aunque sí es cierto que es discriminatoria, pero no ideológicamente (por ejemplo hay 7 licencias a una cadena del arzobispado de Barcelona), sino por una cuestión territorial: se discrimina a las emisoras de ámbito estatal con la notable excepción de Onda Cero, lo que probablemente sea peor y desde luego constituye el aspecto en que se debería centrar la crítica, no en los resultados particulares de la COPE. Es llamativo que tanto la SER como Punto Radio como el Grupo Zeta también se hayan visto relegados en favor de emisoras pequeñas, locales en su mayor parte.
La concesión es discutible, pero no porque perjudique a una ideología o empresa concretas, sino porque es descaradamente nacionalista. Con todo y con eso, teniendo en cuenta que había 73 emisoras y más de 1200 solicitudes, es lógico que haya quienes se sientan legítimamente discriminados, como sucedió por cierto y esta vez sí por criterios ideológicos con la concesión de licencias de TDT en la Comunidad de Madrid. Lo uno no justifica lo otro, ambas cosas están mal y ambas deben ser criticadas, pero hacerlo sólo con una me parece entrar en un juego fundamentalmente sectario del que no puede salir nada bueno.

lunes, 17 de noviembre de 2008

De sastres, lobos y pumas

Tal vez sea a causa de la tradición judeocristiana o de la influencia de las películas de hollywood, pero el hecho es que cuando acontece un suceso trascendente, no puede uno evitar buscar señales que refrenden la importancia del momento, que demuestren que no estamos viviendo un día como cualquier otro. Así que en este primer día laborable que enfrentamos nada más y nada menos que con el capitalismo refundado, busco en cada detalle la señal que me haga ver no ya ese nuevo mundo que se nos anuncia, sino algún ligero cambio que indique la dirección en que nos moveremos a partir de ahora, pero no lo consigo, incluso me he quedado mirando fijamente la máquina de coca-cola que hay a la entrada del trabajo a ver si los nuevos vientos la habían transformado, no sé, en dispensador de mirinda, por ejemplo, pero nada, ahí seguía ella, con todo su esplendor global a nuestra disposición. Tal vez sea ese el verdadero cambio, que ya asumimos el capitalismo salvaje hasta tal punto que todo lo que conlleva nos resulta natural y la coca-cola ya no nos debe parecer un símbolo del imperialismo, sino sólo un refresco.
Los medios parecen muy orgullosos de nuestra presencia en la cumbre, pero creo que nos hemos equivocado mandando a Zapatero, habida cuenta de que de lo que se trataba no era ni más ni menos que de diseñar el vestido de seda con que vestir a la mona, habría sido más efectivo buscar nuestra representación en la pasarela Cibeles, entre sastres y modistos, no en Moncloa, porque aunque estaba claro que era esto lo que iba a suceder, de ese modo al menos no nos estarían vendiendo como la panacea del nuevo milenio lo que a fin de cuentas no es más que un vestido de mercadillo.
Pero no es el capitalismo lo único que, refundándose, no ha cambiado en absoluto este fin de semana. Bueno, en realidad el objetivo de IU era mucho más modesto, aun no pretendía tanto refundarse como hacer símplemente una asamblea. A menor ambición del objetivo, y que me perdonen quienes han trabajado duramente, mayor ridículo supone el fracaso.
Era importante trasladar una imagen diferente, la de la superación de las divisiones internas, los personalismos y las luchas fraticidas por el poder, y eso, los objetivos a superar, han sido los únicos que han prevalecido como mensaje de la asamblea. Además han incurrido en la mayor de las contradicciones, porque si se puede consensuar, como se ha hecho, el documento político, lo demás, las personas, debería ser lo fácil, pero se ha demostrado una vez más qué es lo que verdaderamente importa. No qué hacer, sino quien lo hace. Es muy triste.
Cuando se hizo efectiva la designación de Obama como candidato demócrata a la presidencia de EE.UU., un grupo de seguidores de Hillary Clinton, descontentos por lo que consideraban un desaire a su lideresa, fundaron un grupo que, como medida de protesta, anunció su intención de votar por McCain, y a ese grupo lo bautizaron PUMA, que corresponde a Party Unity My Ass, algo que define muy bien lo que ocurre estos días, todos en realidad, en el seno de IU. No parece que realmente nadie se preocupe tanto de curar al enfermo como de salir bien librado en el testamento.
Lo preocupante en este siglo que apenas empieza es que si el lenguaje político se ha vuelto tan grandilocuente que la menor operación de chapa y pintura ya es una refundación del sistema o, en su medida, el futuro de una organización, cuando ocurra algo realmente trascendente va a costar mucho que nos lo cuenten de manera no ya que le demos la importancia que tenga, sino que sencillamente nos lo creamos. Si ya nos han anunciado al lobo con pompa, boato, fanfarrias y clarines cuando en realidad a duras penas se ha asomado el puma, debe ser que tienen muy pero que muy claro que el lobo, probablemente hastiado de su solitaria condición, se ha hecho vegetariano y ya no vendrá nunca. Pero si algo nos ha demostrado esta crisis es que nuestros mandatarios y sus profetas son tan capaces de equivocarse y de no ver lo que tienen ante sus narices como cualquier otro ser humano, así que tampoco tenemos porqué hacerles mucho caso.

viernes, 14 de noviembre de 2008

El "efecto Rorschach" y la confusión ideológica

Si Sarah Palin tuviera la más remota idea de donde está España, cual es su historia, si conociera aunque fuera remotamente la figura de Franco y sus conocimientos sobre el socialismo fueran algo más consistentes que el que los rojos son malos malísimos, se podría entender que hubiera dicho algo como "Franco era bastante socialista", y pese a ello probablemente todos nos habríamos lanzado a su cuello para denunciar su falta de preparación intelectual y de altura política. Sin embargo hete aquí que la frase no la ha perpetrado Sarah Palin, sino Esperanza Aguirre y sorprendentemente el análisis es hasta tal punto diferente que no se justifica en ningún tipo de déficit, sino que se reduce a la categoría de anécdota, ella es así, simplemente es campechana. Y liberal. Y eso le proporciona una bula de la que casi nadie más disfruta.
Por otro lado, en el transcurso de una manifestación en contra de la Ley de Educación de Cataluña, un grupo de simpatizantes y afiliados de Ciudadanos fue agredido hasta el punto de obligarles a abandonar su lugar en la manifestación al grito, nada más y nada menos, de "fuera nazis".
Es lamentable la confusión, por no decir el sectarismo, que se está implantando en determinados sectores de la sociedad según el cual todo lo que a uno no le gusta, inmediatamente es nazi, o fascista, o estalinista, o bolchevique, según la afinidad del exaltado que se autodescalifique con el exabrupto. Esperanza Aguirre no ha ido tan lejos, no se ha atrevido a llamar bolchevique a Franco, pero como era antiliberal se atreve a negar que fuera de derechas, y para eso hace falta una considerable cara dura.
Me temo que nuestra política se ha polarizado tanto que sufre una especie de "efecto de Rorschach", esas famosas láminas utilizadas en test psicológicos en las que cada uno ve exactamente lo que quiere ver, y sería fantástico que se criticara a las personas por lo que hacen y por lo que dicen, no por lo que son ni mucho menos por lo que no son (aunque así lo creamos) y me pregunto si este recurso fácil a la descalificación no será la más evidente muestra no de la superación de las ideologías, algo absurdo por cierto, sino de la absoluta falta de ideas, de capacidad intelectual, incluso de civismo que asuela a parte de la sociedad.

jueves, 13 de noviembre de 2008

Madrid y los Servicios Públicos

A lo largo del día de hoy se sucederán en el centro de Madrid tres manifestaciones de protesta por el deterioro de la calidad y la privatización encubierta de tres servicios públicos fundamentales, la sanidad, la educación y el agua. Para un gestor responsable que no sea refractario a la crítica como los de la Comunidad de Madrid, éste debería ser motivo de reflexión y análisis, debería llevar indiscutiblemente a establecer canales fluidos de diálogo porque es evidente que o bien las políticas que se ponen en práctica no son buenas o bien, siendo generosos con quienes las diseñan, no son entendidas, cosas ambas que deberían poder solucionarse hablando. Pero no, ese no es el estilo de la Comunidad de Madrid, donde ha prendido con más fuerza que en ningún otro sitio el manido aforismo según el cual la mejor defensa es un buen ataque. Para ellos, las manifestaciones de hoy no serán la libre expresión de las preocupaciones de parte de la ciudadanía, sino una muestra de manipulación política por parte del partido de la oposición, no hay para nuestro gobierno regional diferencia entre la acción sindical y la política, por no hablar de la ciudadana y todas ellas son igualmente desdeñables cuando se oponen a su sacrosanta e infalible voluntad, de hecho no será extraño ver esta noche a Güemes o a alguno de los otros consejeros perfectamente intercambiables a este respecto, atacando a los sindicatos y repitiendo su mantra preferido, el de los mil liberados sindicales que según él son la causa de todos los males que aquejan a los servicios públicos madrileños. Cualquier cosa excepto la serena reflexión, el debate leal y la argumentación seria.


miércoles, 12 de noviembre de 2008

La vida en la balanza

Las operaciones militares en Afganistán desde tiempos inmemoriales son, casi por definición, una pesadilla, pero una de esas que anhelan la "c" que les falta y se obstinan en morderse la cola como si la tuvieran, porque si la presencia militar es necesaria para proteger a la sociedad civil del conflicto armado que vive, también la presencia de tropas, que son asumidas como de ocupación por gran parte de la población, contribuye al agravamiento del mismo. Ahora bien, comprendo y apoyo la postura del gobierno en el sentido de que es una misión de paz, en zona de conflicto, evidentemente, de lo contrario no haría falta presencia militar sino actuaciones de otro tipo, pero misión de paz al fin y al cabo. Lo contrario implicaría una fuerza de ocupación que nada tendría que hacer allí y que debería volver inmediatamente a casa.
Ocurre sin embargo que la calificación de la misión como de paz no es simplemente una declaración de principios, sino un estatus operativo que por lo que parece implica una serie de limitaciones de la capacidad defensiva de las tropas, y eso ciertamente es muy delicado porque hasta qué punto lo uno justifica lo otro es algo que difícilmente se puede asumir, máxime por parte de aquellas personas en quienes recae la responsabilidad de la seguridad de los soldados y se ven obligadas a ponerles en mayor riesgo del estrictamente necesario. Se ve a la ministra de defensa considerablemente afectada y ciertamente no es para menos, no quisiera yo estar en su pellejo. Da la sensación de que los protocolos militares en vigor en este tipo de misiones no son los más adecuados a los tiempos y tal vez habría que revisarlos para que en lugar de un corsé que limita la capacidad defensiva de las tropas, fueran una herramienta eficaz que la garantice.
A todo esto se puede añadir la legítima duda acerca de si Afganistán es gobernable o no por fuerzas extranjeras, es decir, se puede mantener una artificial sensación de dominio del país pero la historia demuestra que en realidad no es tal. Afganistán es un indómito pedazo de tierra contra el que se estrellaron tanto británicos como soviéticos, y cabe suponer que este nuevo intento no es una muestra de arrogancia al tratar de doblegar a la obstinada historia, de triunfar allí donde otros fracasaron previamente, sino un profundamente difícil y doloroso ejercicio de responsabilidad. De alguna manera se ha logrado instalar en la conciencia colectiva que es necesario mantener Afganistán a raya para garantizar la seguridad de occidente, y no tendría nada que objetar en el caso de que fuera cierto, sólo que no sé si lo es. Y no tengo la certeza básicamente porque no entiendo la postura del gobierno al respecto, es decir, si nuestra presencia allí es necesaria y lejos de suponer un motivo de vergüenza debería serlo de orgullo, ¿a que viene esa obstinación en no enviar más tropas si éstas fueran necesarias?, y si no es así, si en realidad es un intento de imposición de unas determinadas formas de vida a un pueblo que no las desea
en nuestro propio beneficio, ¿que pintamos allí?
Es realmente una situación muy difícil, probablemente un callejón sin más salida que la remota posibilidad de que los taliban queden extasiados con la contemplación del techo con estalactítas de colores que le hemos colocado y den su brazo a torcer. Pero lo que me parece claro es que no podemos resignarnos a tener que dar el pésame a las familias de soldados que entregan su vida probablemente con tantas o más dudas al respecto que las que yo he expresado aquí sin al menos tener la concienta tranquila por haberles proporcionado todas las capacidades defensivas de que nuestro país sea capaz. Y debe hacerse sin cambiar la denominación de misión de paz, sin duda, pero ésta debe sostenerse sobre otros pilares que las vidas perdidas de unos soldados que, puestas en la balanza, deberían pesar más que cualquiera otras consideraciones.

viernes, 7 de noviembre de 2008

Dinero público

La Generalitat valenciana no tiene recursos para hacer frente a la deuda de 891 millones de euros que mantiene con las universidades públicas que dependen de ella, así que se propone devolverla en cómodos plazos hasta el año 2022. Se entiende desde ese punto de vista que se comience a aplicar una política de austeridad, de contención del gasto público, de forma que no se construya una nueva universidad a distancia y se encomiende la construcción de la sede a Frank Gehry o no se destine dinero público a actos tan superficiales y de tan discutible beneficio para la comunidad como anticipar el estreno de la última película de James Bond, todo ello muy comprensible salvo que sí se va a construir esa universidad y sí se van a pagar 100.000€ de dinero público (la mitad de la comunidad y la otra mitad del ayuntamiento) por el estreno de la película. Sinceramente, el comportamiento de determinados cargos públicos en todo el estado (y de los dos partidos mayoritarios, que nadie se llame a engaño) está siendo tan poco edificante, están mostrando impúdicamente actitudes que serían inadmisibles en épocas de bonanza y que ahora son sencillamente inmorales, que uno se pregunta legítimamente si el origen de la crisis, de nuestra crisis, toda vez que nuestros bancos parecen estar más sanos que los del común de las democracias occidentales, no será algo tan antiguo, sencillo y lamentable como la mala gestión, la irresponsable dilapidación del dinero público que muestran algunos de nuestros políticos.

jueves, 6 de noviembre de 2008

Dos discursos

Hace relativamente poco tiempo, el diario El Mundo publicó una serie de discursos de líderes políticos de indudable trascendencia histórica. Ayer, tras leer y ver el discurso de la victoria de Obama, recordé alguno de los que había leído de esa colección y no pude evitar tener la sensación de que sin duda su discurso no sólo era digno de figurar en una antología como la citada, sino que probablemente incluso superaba a muchos de ellos. Después, sus actos refrendarán sus palabras o no, eso ya se verá, pero de momento hay que felicitarse de que alguien de la brillante oratoria de Obama haya llegado a la Casa Blanca, aunque sólo sea como señal de desahucio de la mediocridad de ese alojamiento que jamás debió ocupar, y ojalá que también lo sea de su destierro de la vida pública.
Pero el caprichoso destino ha querido que las páginas de los periódicos españoles deban repartir su espacio entre ese brillante discurso y otro, el de la mezquindad y la miseria moral sustanciados en el comunicado de ETA, uno de los pocos lugares del mundo en el que aberraciones intelectuales como las que siguen pueden encontrar acomodo (informa Público): "En las lágrimas de cocodrilo de militantes antiabertzales como Marixabel Lasa quieren empañar y borrar la opresión que sufre este pueblo", o "ETA seguirá la campaña en contra hasta que cambie su actitud represiva", o tambien la amenaza de "mantener su actual estrategia de atentados hasta "obligar a sentarse de nuevo" al Gobierno en otro proceso de paz, para que reconozca de una vez los derechos de Euskal Herria", o bien "mientras los derechos de Euskal Herria no sean conocidos y respetados, continuará la resistencia contra la opresión". Y todo ello no en un contexto de reflexión sobre la situación sin más, sino en un comunicado en el que se asume la autoría de diez atentados, incluido el último en la Universidad de Navarra. No sé si existen límites para la desvergüenza, pero si es así sin duda alguien en este momento los está explorando en nombre de ETA.
Entre el bello canto a los elevados principios de la democracia y la igualdad que entonó ayer Obama (repito, su grado de cumplimiento ya se verá) y la abstrusa , maniquea y mezquina argumentación de los terroristas media un abismo intelectual, por supuesto, pero fundamentalmente humano de tal grado, que no puede dejar indiferente a nadie, la coexistencia de ambos en el tiempo no deja de tener mucho de inmoral. Ojalá llegue el día en que el cambio que logremos, entre otras muchas cosas, se sustancie en que sencillamente no exista nadie capaz de sostener el aberrante discurso de los terroristas, pero sobre todo, nadie susceptible de darle crédito.

miércoles, 5 de noviembre de 2008

Se paga y ya está

Amparándose en el espejismo de anonimato con que la victoria de Obama parecía que iba a ocultar cualquier otra noticia, el ínclito presidente de la SGAE dijo ayer sobre el canon (informa Público): “El canon es agua pasada. Ya no hay quien lo arregle. Se paga y ya está”, y también: “Yo también pago cosas que no me gustan, es parte de ser ciudadano”.
Cabe agradecer al señor Bautista sus lecciones magistrales de educación para la ciudadanía, y en castellano además, pero sin ánimo de ofender me atrevería a hacer una sencilla puntualización: lo que forma parte de ser ciudadano es no resignarse ante las injusticias, por tanto, quienes consideremos que se comete una nunca jamás dejaremos de luchar en su contra porque el BOE le haya dado carta de naturaleza. Se paga, sí, no queda otro remedio, pero de "ya está" nada de nada, esto no ha hecho más que empezar. La libertad de expresión, de momento, no se ha visto afectada por la imposición de este ni de ningún otro canon, así que no le quedará otro remedio a la SGAE que cobrar el canon junto con las críticas que de él se deriven, ambas cosas son legítimamente inseparables. Y ya está... o no.

Obama

Para ser un día histórico, la verdad es que a las seis y media de la mañana parecía exactamente igual a los demás. El despertador, ignoro si por la fuerza de la costumbre o por ser presa de un repentino y avieso antiamericanismo, ha decidido sonar exactamente igual que todos los días, en lugar de despertarme con un "yes, we can" o alguna animosa y catártica consigna similar. La radio del coche ha sido el primer electrodoméstico consciente de la trascendencia de esta jornada, me ha hecho saber de la holgada victoria de Obama, por la que me congratulo, aunque inmediatamente comience a prepararme para los efectos de la decepción previsible, y sobre todo del tono condescendiente, por no decir hipócrita, con que desde europa felicitamos a EE.UU. por elegir a un presidente perteneciente a una minoría racial, como si nos sobrase autoridad moral para ello, como si aqui, tanto en España como en Francia, Alemania, Inglaterra, Italia, etc, fuese probable que se eligiera a un descendiente de gitanos, marroquíes, argelinos, turcos, indios o pakistaníes. Hay que felicitarse, sí, pero no en tono condescendiente, sino admirativo, no somos nosotros, en esta ocasion, quienes mostramos el camino, sino quienes, sabiendo que es el correcto, no nos decidimos a transitar por él con todas las consecuencias.
Pase lo que pase a partir de ahora, al menos una buena noticia tenemos de la que alegrarnos, además de la evidente de la victoria del candidato preferido para la mayoría de los europeos, que es el fin del proceso electoral y de su desmedida cobertura mediática. Veremos cómo deciden los medios llenar ese hueco, ojalá sea por una vez con análisis serios de la actualidad y no con el sectarismo acostumbrado.
Tenemos también que aprender a vivir sin el culpable de todos los males del Universo, ese Bush que a veces más que presidir los Estados Unidos parecía hacer lo propio con la Electra de Bond, y eso será muy bueno si los próceres de nuestra patria aprovechan la oportunidad de la excusa perdida para argumentar seriamente en sus discursos, no para buscar otra nueva.

martes, 4 de noviembre de 2008

El ejercicio hipócrita de la oposición

Cristobal Montoro, un hombre con pasado en esto de la política, critica las medidas anunciadas por el Gobierno porque, según él, siendo acertadas, son manifiestamente insuficientes, . Me pregunto, si así lo cree realmente, ¿porqué no las propuso previamente con el grado de intensidad que consideraba acertado?
En mi opinión no es el tiempo de intentar sacar réditos partidistas de una situación que angustia a los ciudadanos, ni de tratar de erigirse en adalides del bienestar ciudadano aquellos que jamás, en su acción de gobierno, beneficiaron a éstos más que como consecuencia de las ventajas indirectas que pudieran derivarse de su política claramente enfocada a los mercados y las empresas. Lo cual es lícito, cada uno tiene su visión de la realidad y de cómo incidir sobre ella, lo que no lo es es tratar de aparecer ante la opinión pública como lo que ni se ha sido, ni se es, ni se será.

lunes, 3 de noviembre de 2008

Podemos, sí, pero ¿qué podemos?

Juan Antonio Canta decía en una de sus canciones "déjame decirte que entre lo malo y lo peor, yo no elijo nada y sigo soñando", aunque en lugar de seguir soñando optara por suicidarse. Pienso a menudo en esa frase cuando el aluvión informativo de las elecciones estadounidenses me acosa, y me gusta, siempre que ese "sigo soñando" sea activo, no una excusa para la pasividad y el conformismo. Tengo muy claro que entre Obama y McCain prefiero al primero, aunque, falta de fe mediante en un electorado capaz de elegir y, lo que es peor, reelegir a Bush, hasta que no lo vea no lo creeré. Pero lo que no tengo nada claro es si Obama será lo que promete o simplemente un orador brillante con buena imagen, un indudable poder catártico y un aparato publicitario que acomplejaría a la mismísima Coca-Cola, uno de esos mecanismos del sistema para que los ciudadanos se ilusionen y crean en él con renovada fe mientras que en realidad no cambia nada. Quisiera que no fuera así, me gustaría que el cambio que promete no sea sólo cosmético, que las cosas cambiaran de verdad, que el yes, we can de Obama no se transforme al final en un yes, I could, que indicaría que el único objetivo era alcanzar la presidencia, y no realizar un cambio efectivo de las políticas de ese país que tanto nos afectan a todos los demás.
Porque dos cosas han quedado claras, que coinciden con los eslóganes de Obama, una es que los Estados Unidos necesitan un cambio, y otra es que sus votantes pueden, lo verdaderamente importante, que el cambio no sea sólo de presidente y que lo que puedan hacer sea algo más que aupar a un desconocido a la presidencia, es algo que empieza a decidirse mañana, pero que de ningún modo acaba entonces. Mañana no se consigue un objetivo, simplemente se decide de qué medio se quiere valer la ciudadanía para lograrlo.

domingo, 2 de noviembre de 2008

G20

Al hilo de la presencia o ausencia de España en la cumbre del G20, creo que es una reflexión pertinente prescindir por una vez del resultado final de ese debate y fijarse en el argumentario. España pide acudir basándose en datos concretos, su PIB que le coloca como 8ª potencia mundial y por tanto su presencia está más justificada que la de otros peor clasificados. Otros sin embargo aducen otro tipo de criterios para justificar su presencia con mayor o menor acierto, pero parece que nadie se ha parado a mirarlo desde otro punto de vista, a saber, si es algo que al fin y al cabo va a afectar a todos los países, ¿que derecho tienen ocho, quince, veinte o cincuenta de ellos a decidir por la totalidad?, ¿no podría utilizarse la ONU para organizar un proceso realmente representativo?, ¿tendremos algo que decir los ciudadanos sobre lo que decidan, se nos preguntará qué nos parece?
Imagino que cuando mostramos nuestro empeño en asistir a la cumbre será porque tenemos una cantidad ingente de propuestas con la que asombraremos al mundo, porque si se trata de ir sólo como reconocimiento internacional a nuestro estatus como potencia económica, me atrevería a decir que no es tiempo de gestos, sino de ponerse a trabajar y si no vamos dispuestos a hacerlo duramente mejor dejamos el puesto a quienes sí lo estén. Porque, ¿no debería el Gobierno haber comenzado ya a reunirse con todos los grupos políticos y agentes sociales para consensuar las medidas que nuestro país, no el ciudadano José Luis Rodríguez Zapatero, va a defender en esa cumbre si finalmente va? Francamente, a mi ir o no ir no me parece tan importante como conseguir que allí se oigan las cosas que tengamos que decir, si es que realmente las tenemos, porque lo importante de las reuniones de trabajo no es la asistencia, sino el resultado.
Espero sinceramente no tener que terminar por darle la razón a Pablo Castellano cuando dijo que al presidente no le interesa ir a la cumbre, sino a la foto.

sábado, 1 de noviembre de 2008

Camps y el fracaso

Todos los medios constatan el descomunal fracaso de la boutade de Camps al obligar a que Educación para la Ciudadanía se imparta en inglés, pero se equivocan al sustanciarlo en los 199 suspensos, el 99% de los examinados, porque el verdadero fracaso radica, para Camps sin duda es así, en los dos aprobados. El fallo de su estrategia ha sido que en sus provincianos esquemas mentales no se contemplaba la posibilidad de que hubiera entre los alumnos dos de ascendencia inglesa, pero no pasa nada, para los grandes hombres, los estadistas del nivel del honorable Presidente, ningún obstáculo es lo suficientemente grande como para desviarles de su objetivo, de la consecución de sus nobles metas, alcanzar las mayores cuotas posibles de poder personal aun a costa de causar con ello notorios perjuicios a sus administrados, así que el año que viene obligará a impartir EpC en sáncrito, esperanto o suajili, para que se vea que además mantiene un compromiso firme con la multiculturalidad y el pluralismo.
No es de extrañar que tanto esta surrealista situación como la asfixia de las universidades públicas vengan de comunidades gobernadas por Camps y Aguirre, los delfines con alma de tiburón que no dudan en sacrificar a los ciudadanos de sus comunidades para hacer algo que no les compete, como es la oposición al ejecutivo central, para obtener el poder en su partido primero, y en el Estado después. Suspender para ello a la inmensa mayoría de los alumnos en una asignatura obligatoria, independientemente del perjuicio académico que les cause, no es un precio demasiado alto a pagar para estar preclaras mentes, a fin de cuentas lo que deberían haber hecho esos rebeldes estudiantes era objetar como dios manda y quitarles el problema de encima, pero no, se han empeñado en cumplir con aquello a que les obliga la legalidad vigente aun a costa de los inetereses partidistas de su Presidente y eso no se puede permitir. No aprobarles no es sólo una medida de presión, sino también un justo castigo. La próxima vez aprenderán.
Al fin y al cabo, sin pretenderlo, Camps ha logrado lo contrario de lo que pretendía, ha dado a sus alumnos una valiosa lección de Educación para la Ciudadanía, demostrándoles los efectos de las políticas que supeditan el bien común de los ciudadanos a los intereses particulares de quienes las aplican. Esperemos que la hayan aprendido.