jueves, 9 de octubre de 2008

Y mientras tanto, Aguirre a lo suyo

Si algo hay que agradecerle a la situación de crisis económica es que gracias a ella nuestros dirigentes están mostrando su verdadera cara, hasta ahora oculta tras un discurso tan encendido de defensa de los servicios públicos esenciales como alejado de la realidad. Es bien conocido el contencioso que mantiene la Comunidad de Madrid con los trabajadores del sector sanitario, lo que no lo es tanto es la noticia que ha saltado hoy a los medios, los nuevos gastos superfluos que Aguirre ha decidido eliminar para sobrellevar la crisis: las nóminas de los trabajadores de la educación pública, segun informa El País. No es un recorte de inversiones, de infraestructuras e incentivos, sino del capítulo 1, el destinado a pagar las nóminas. Y del 30% (10% anual, pero con efecto retroactivo). Y no olvidemos que este recorte se hace con dinero del presupuesto en vigor, con dinero ya comprometido y no con los presupuestos del año que viene. Se ve que bien la educación, bien los trabajadores, bien ambos, no son para la presidenta de la comunidad dignos del mismo respeto en sus discursos que en sus presupuestos. Es difícil de creerse el tantas veces anunciado compromiso de la Comunidad con la excelencia de las Universidades Públicas. Esta medida, además, se ha tomado por sorpresa, sin aviso previo ni posterior, simplemente se ha ingresado menos dinero y que las universidades se apañen como puedan, que es recurriendo al dinero de las matrículas. Es lógico, simplemente un paso más en favor de la educación privada, si hasta ahora simplemente se pretendía favorecer a esta de cara a quienes estudiaban en ella, ahora tambien se pretende hacer de cara a quienes trabajan. Después, cuando haya protestas, se dirá que es una agresión injustificada a los miembros del gobierno, que es una demostración del sectarismo de la izquierda, etc, porque es evidententemente injusto protestar por algo así, ¿que hay acaso más de izquierdas que el altruismo? ¿De que nos quejamos si nos dan la oportunidad de trabajar sin cobrar para proporcionarle un bien de interés general a la sociedad? Tiene razón la sra. Aguirre, es necesario ser muy sectario para criticar que de todas las medidas que se pueden tomar para superar la crisis, precisamente se recorten las nóminas de los trabajadores de la educación pública y no, por ejemplo, los gastos de publicidad institucional, o los fastos inaugurales de un teatro, o una superproducción cinematográfica para mayor gloria de los sentimientos identitarios de los madrileños, el expediente de austeridad ya quedó cubierto con las tan estéticas y vendibles supresiones de consejerías, así que lo que hay que hacer es agradecerle la emoción de si se va a cobrar o no y la oportunidad de trabajar altruistamente, para eso somos trabajadores públicos, si queríamos cobrar deberíamos habernos empleado en el sector privado.

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