miércoles, 29 de abril de 2009

Sarkozy en catetolandia

Desconozco si el señor Sarkozy comparte el furibundo antiespañolismo de su antecesor en el cargo, sin embargo debemos reconocer que si así fuera hoy estará francamente contento porque con su visita ha logrado poner de manifiesto hasta qué punto somos (todavía) un país de catetos, pero no de unos catetos cualquiera, sino catetos "a babor", de los de la peor tradición del ozorismo que con la tan ridícula como desmesurada atención a la presencia de Carla Bruni se ha puesto de manifiesto. Aunque no sabría decir si los catetos han sido tanto los ciudadanos (los que lo han sido, que tampoco fueron multitudes) como los medios de comunicación, a quienes cabe preguntarles en qué criterios se basan para establecer sus prioridades informativas, porque en teoría el papel de la prensa debiera ser dispersar el humo de las cortinas con las que pretenden distraernos de los asuntos importantes, no fomentarlas o incluso crearlas, como ha sido el caso. Esperemos que los tintes amarillo y rosa que tan generosamente han aplicado estos días a sus páginas los medios reconocidos como "serios" no haya manchado las rotativas y sus páginas recuperen pronto si no el color deseable, si al menos el habitual.

martes, 28 de abril de 2009

Paradojas de la irrealidad divergente

Hay dos características claramente definitorias de esa realidad paralela en que parece haberse instalado el ejecutivo de José Luis Rodríguez Zapatero, a saber, que, lógicamente, no es real, y, en segundo lugar, que está muy lejos de ser paralela, ya que es considerablemente divergente, algo que por lo que parece es inherente al poder. Lo bueno de esta divergencia es que, a medida que se aleja y gana en autonomía, gana también en coherencia interna, en su camino rumbo al sofisma perfecto cada vez aparenta mayores visos de verosimilitud para quien viaje a bordo, o eso parece vistas sus declaraciones públicas. Lo malo es que cuanto más lejanas son las coordenadas de la irrealidad divergente en que se ha embarcado el gobierno, más ajena se presenta a los ciudadanos y por la misma razón menos de ellos desean embarcarse en lo que, cada vez más, parece una aventura fantástica. Tener una mente de natural imaginativa a veces induce a asociar imágenes a las ideas, algo habitualmente innecesario, y en esta ocasión visualizo el abordaje de un navío, en el que viajamos todos, por parte de un pequeño barco pirata (no somalí, de bucaneros de los de antigua película de mediodía de domingo) que, si bien parecía tener dominada la situación, a medida que transcurre el tiempo se va alejando de su objetivo haciendo saltar las sogas gracias a las cuales lo mantenía sujeto, los puentes que le mantenían unido a la realidad. Y los bucaneros, a bordo de su bajel pirata llamado por su locura "El Perdido", continúan lanzando cabos con ganchos para que no se escape el botín, pero el otro barco, mucho más grande y obstinado, incluso más que el capitán pirata si cabe, se niega a dejarse arrastrar, y a medida que aumenta la distancia se hace más difícil acertar con el lanzamiento, tender un nuevo puente que mantenga unidos ambos barcos, y llegará un momento en que no exista soga en el barco lo suficientemente larga como para llegar a su destino. Ya hace tiempo que algunos ganchos caen estruendosamente al agua sin llegar a cumplir su misión, el último tenía forma de "no escuchar los cantos de sirena que piden que se rebaje el gasto, porque la salida de la crisis será social o no será". Porque ese es uno de los efectos de la distancia, que se oye peor y a menudo no se entiende lo que pretende decir esa voz que trae el viento, que es la de la tripulación del barco grande, no de ninguna sirena quien no puede cantar entre otras cosas porque probablemente haya recibido un tremendo golpe con un gancho perdido en la cabeza. No es el gasto social el que se pide que se disminuya, al menos no lo es desde posiciones progresistas, se trata de contener el gasto haciendo gala de eficacia en la gestión, disminuyendo los ministerios y los cargos públicos, los gastos de publicidad y representación, todo aquello que en un momento como este pueda resultar prescindible. Se trata de hacer lo posible porque el imprescindible gasto social no se financie a costa del futuro de nuestros hijos, sino de nuestra austeridad y de una buena gestión. Se trata de adaptarse a las circunstancias, y hacerlo de manera que se proteja a los desprotegidos, por supuesto y fundamentalmente, pero centrándose también en atajar el problema en orígen para evitar que aparezcan los síntomas, no dilapidar el dinero únicamente en tratamientos sintomáticos, que, como su propio nombre indica, alívian, sí, pero no curan.
Esta crítica, por lo demás muy repetida, no significa que considere que no existe voluntad por parte del Gobierno de solucionar las cosas, considero que todos los políticos se meten en la gestión de lo público por vocación de servicio y hacen lo que hacen convencidos de que es lo mejor, pero en este caso, por buenas que sean las intenciones que subyacen en la elección del rumbo, es evidente que no funciona y cada vez va a peor, y hay ocasiones en que es necesario cambiar de estrategia para conseguir un mismo fin. El gobierno parece convencido hasta tal punto de seguir el rumbo correcto que considera que es la realidad quien no se está comportando como debe y que gracias a su ejemplo mostrando el camino, tarde o temprano la obstinada realidad lo seguirá, y eso no es así, nunca lo es, es el gobernante quien debe adaptarse a las condiciones porque las condiciones rara vez harán lo propio si no se ven obligadas a ello.
Lo que me asusta es que no parece que el gobierno siquiera se plantee la posibilidad de que sea necesario cambiar nada, ni siquiera parecen creer que pueda hacerse, y le diría al capitán que no es necesario que deje su puesto, que no le pido que deje el timón que legítimamente maneja, sólo le aconsejaría que se fijase bien en él porque si lo hace se dará cuenta de que es giratorio y que su trabajo no consiste en mantenerlo fijo llueva, nieve o haga calor, sino en orientarlo de la mejor manera posible para llegar al puerto al que desea dirigir la nave. Pero para eso hay que tener claras una serie de cosas, de las cuales la fundamental es una que nuestro presidente no parece tener clara y es no sólo que existen dos barcos, sino que el suyo es el pirata, no al contrario, y el que debe llevar a buen puerto es el otro, ese en el que viajamos casi todos los demás.

lunes, 27 de abril de 2009

La ¿pandemia? de gripe porcina y el opio del pueblo

Me espanta la grosera instrumentalización que de los miedos primarios de la población se hace desde los círculos del poder. Lo entiendo, es decir, mientras uno esté preocupado por morirse si alguien estornuda en el metro, no lo está por que le despidan o le hayan despedido, o al menos no tanto, pero eso no justifica que se nos trate de vender sin rubor una nueva pandemia, junto con la angustia que la acompaña, para mantenernos debidamente anestesiados. Es lo que ocurre con los abusos, tradicionalmente esa función de opio del pueblo la han jugado el fútbol y el deporte en general, pero el exceso de oferta de que disfrutamos hace que la sociedad haya desarrollado una cierta tolerancia y sus efectos narcóticos ya no sean los deseados, de manera que los rebeldes ciudadanos se atrevan a irritarse por las cifras del paro aunque gane el Madrid. Así que se recurre a alarmar injustificadamente a la población con la primera excusa con visos de verosimilitud para que nos mantengamos entretenidos, sólo así se entiende que toda una Ministra de Sanidad decida comparecer un domingo ante la opinión pública para decir que en nuestro país también hay sospechosos de gripe porcina, lo cual, en atención a la racionalidad debida, viene siendo lo mismo que no decir nada. Las autoridades sanitarias han procedido bien, es decir, ante la menor sospecha se debe aislar a los pacientes hasta tener una confirmación del positivo o del negativo, pero que en México haya unos cientos de afectados por la gripe porcina no significa que por ello haya desaparecido la gripe normal y corriente, y que alguien se resfríe tras su paso por aquel país (o a su vuelta) no significa, en principio, nada más que eso. Lo que la precaución obliga a hacer a un médico no el lo mismo que lo que obliga a hacer a un político, es decir, por mucho que una sea ministra debutante y necesite impactos en los medios, no es prudente ni procedente irrumpir en los hogares de los españoles sembrando la duda, y con ella la consecuente alarma, hasta que no exista una certeza que compartir. Si alguno de los casos se confirma, esperemos que no, entonces es cuando el gobierno debe hacer un alarde de transparencia y comparecer a la luz pública con todos los datos relevantes sobre el caso, hacer un llamamiento a la serenidad y hacer todo lo posible por explicar las dimensiones reales de la enfermedad para que se tomen todas las medidas preventivas necesarias. No menos, pero tampoco más.
No es que yo sea un kamikaze que aboga por hacer oídos sordos a las alertas sanitarias, naturalmente hay que ser cuidadoso con ellas y esta es posible que llegue a serlo, pero eso no implica que no exista un uso deshonesto de las amenazas de pandemia como "opio del pueblo". A estas alturas ni el ébola, ni las vacas locas, ni la gripe aviar han sido la pandemia con la que en su momento nos aterrorizaron, y, en mi modesta opinión, tampoco parece que la gripe porcina vaya a serlo.

sábado, 25 de abril de 2009

Filtraciones y ética: El mundo y la responsabilidad de los demás

En su videoblog del viernes, el señor Pedro J. Ramírez, ilustre director del diario El Mundo, denuncia pertinentemente la mezquindad de las filtraciones del sumario secreto del caso Gürtel que sacan a la luz pública conversaciones privadas, incluso termina su alocución exhortando al Tribunal Superior de Justicia de Valencia a investigar este nuevo delito que parece antojársele más grave que los investigados en el sumario en sí mismo. No voy a discutir que las filtraciones sean inaceptables y deban ser investigadas, eso está fuera de toda duda, pero sí que me atrevo a disentir de otra parte de su discurso: opina el señor Ramírez que todas esas apreciaciones que hace van dirigidas únicamente al responsable del juego sucio que supone una filtración, sea éste quien fuere, pero exculpa al diario que han elegido para publicarlas, y añade que su propio periódico, El Mundo, también las habría publicado de haber tenido acceso a ellas ya que tienen un indudable interés informativo. ¿Como es posible hablar de valores, de principios, construir un grandilocuente discurso acerca de la responsabilidad y la democracia y a la vez dar semejante muestra de irresponsabilidad?, ¿porque la responsabilidad y la salvaguarda de los derechos de los ciudadanos está muy bien pero siempre y cuando sean los demás quienes se ocupen de ellas?¿Es acaso mucho pedir que si a alguien le parece que una determinada actuación es reprobable y transgrede los principios que uno mismo defiende para sí, no colabore en la comisión de ese delito facilitando el objetivo que se persigue con ella? Pues por lo que se ve sí que es mucho pedir, porque no sólo se atreve el señor Ramírez a decir lo que dice, sino que lo hace sin rubor y, para más inri, en tono de sermón, de lección moral, pero diga lo que diga, yo considero irrebatible que si todos los medios decidiesen hacer una demostración de ética periodística y, como exigencia recogida en su código deontológico, se negasen a publicar informaciones obtenidas gracias a la comisión de un delito por una tercera persona (tampoco es tan descabellado, los comerciantes lo han hecho, bien es cierto que por exigencia legal, con el marfil o los diamantes "de sangre" con su consecuente impacto en los ingresos, y eso que no son un servicio público), no existirían las filtraciones y ese delito que tan sucio considera el señor director, sencillamente desaparecería.

viernes, 24 de abril de 2009

Libros, rosas, ¡insultos!

Hoy me he levantado especialmente optimista. No entiendo porqué, la verdad. Aunque el contagio del optimismo tiene etiologías diversas, desde luego lo que tengo claro es que el responsable no ha sido quien con más ahínco lo ha intentado, el presidente Zapatero con su optimismo patológico que en sus últimas intervenciones publicas, más que nunca, parece hasta tal punto una impostura que difícilmente puede convencer a nadie de que su sonrisa esconde otra cosa que humo y negros nubarrones. Este optimismo idiopático que sufro me hace más propenso a admitir pulpo como animal de compañía, algo peligroso ahora que un pulpo (o pulpa, la primera rosa que en Sant Jordi se regala a sí misma) tiene un cargo de consejera y otros forman parte de una coalición que cautelarmente y en espera de certezas, mantengo en cuarentena. Incluso me da por pensar tonterías como que bien podrían los medios de comunicación suscribir un pacto, éticamente similar al que suscribieron los políticos sobre el transfugismo, en virtud del cual se comprometiesen a no publicar informaciones obtenidas mediante la comisión de un delito, como lo es la filtración de un sumario secreto. Y no sé si es a causa de este positivo estado de ánimo, pero me gustó mucho algo que dijo ayer la Ministra de Cultura a Juan Marsé, a quien agradeció que nos hubiera permitido con sus libros "dar la vuelta a la humanidad en 80 calles", las de su barrio, que ha convertido en universal. Permítaseme una pequeña digresión: no entiendo la insistencia de determinados opinadores en la supresión el Ministerio de Cultura, cuando es algo que lo que en realidad se debe hacer es instaurarlo, porque nos hace mucha falta, mientras que lo que debe desaparecer es este Ministerio de Intereses de la Industria Cultural, que confunde tan frecuentemente la velocidad con el tocino que yo mismo ya no sé si el tocino se come o sabemos de su existencia por las fotos de los radares que tan diligentemente metastatizan en las carreteras, eso sí, por nuestra seguridad. Fin de la digresión.
Pues con todo y con eso, aun disfrutando del mejor de los estados de ánimo, no consigo comprender cómo es posible que existan energúmenos en número suficiente como para ensuciar una celebración tan entrañable (y tan querida para mí) como la de Sant Jordi en Barcelona regalando insultos y descalificaciones extemporáneas, que van mucho más allá de la lógica y civilizada disensión política, a quien, en representación de muchos ciudadanos, por cierto, decide visitar y por tanto promocionar una ciudad y una tradición tan hermosas. Bien harían en regalar rosas y quedarse con los libros, y leerlos, que parece que falta les hace. Afortunadamente todos quienes con mayor o menor profundidad conocemos Barcelona sabemos que es una ciudad abierta, acogedora y hospitalaria, aunque haya una minoría, como en tantos otros lugares, incapaz de entender que las diferencias ideológicas son algo tan naturalmente asumible como las diferencias físicas o las afinidades literarias o deportivas.
Acaba de publicarse, en otro orden de cosas, la cifra de parados. Ojalá para todas las enfermedades existiese una cura tan eficaz como lo es la publicación de estas cifras para el optimismo, del que, al igual que de esta entrada, me despido impaciente en espera de su incierto retorno.

jueves, 23 de abril de 2009

La sombra asfixiante del árbol caído

Hay muchas formas de estar solo y desde luego la que escenificó ayer el Gobierno en el Congreso de los Diputados no debe ser la menos dolorosa de ellas. Porque no se trata sólo de que nadie apoyase la intervención del Presidente Zapatero, es que la soledad que se pudo contemplar fue la del condenado frente al pelotón de fusilamiento. Todos los grupos mostraron una oposición considerablemente beligerante y no se limitaron a mostrar su discrepancia sino que quisieron dejar bien claro que se trataba de un rapapolvo en toda regla. ¿Merecido? Probablemente, es decir, a nadie se le ocurre presentarse en sede parlamentaria a decir algo tan abstruso como que una remodelación ministerial es consecuencia de la reunión del G20, y eso por si sólo justificaría la actitud de los grupos. A nadie le gusta que le tomen por tonto. Pero no creo que sea el caso, la oposición es más estratégica que ideológica, es evidente que si el PSOE hubiese apoyado al PNV en el País Vasco y/o a CiU en Cataluña, gozaría de la más placida y serena estabilidad parlamentaria que pudiera disfrutar un gobierno en minoría, lo cual es triste porque motivos hay, y sobrados, para justificar su aislamiento parlamentario, pero se traslucen en la actitud de los grupos señales muy preocupantes para el ejecutivo, no se trata sólo de mostrar la lógica discrepancia con su labor sino que comienza a verse la voluntad de hacer leña del árbol caído. Muchos grupos parecen querer escenificar claramente su alejamiento del gobierno porque su posible continuidad en una próxima legislatura (no creo que lo de la moción de censura sea más que un farol) no se presenta como una hipótesis razonable y no parece que la sombra de Zapatero, como la de todo árbol caído o tambaleante, sea el mejor lugar donde refugiarse con la que está cayendo. Si caído porque la sombra es escasa y si tambaleante por no verse atrapado en su caída.
La política es un mundo cambiante por naturaleza, nadie sabe qué va a pasar de aquí a unos meses, pero de lo que no me cabe duda es de que ayer el presidente Rodríguez Zapatero se acostó considerablemente preocupado.

lunes, 20 de abril de 2009

La (falsa) apuesta de Zapatero por la vertebración de la España plural

En palabras de nuestro ínclito presidente, la soledad del partido socialista en la cámara se debe a su "coherencia política", especialmente a su "apuesta por la cohesión y la vertebración de la España plural". ¡Cosas veredes! Es evidente que no es así, si se encuentran solos, igual que le ocurrió al PP no hace mucho, es porque defienden políticas que nadie más se siente tentado de asumir, por un lado, y porque no tiene mucho que ofrecer como contrapartida a quienes subastan su voto en almoneda, por otro. No puede convencer a los partidos de izquierda para que le apoyen porque para el señor Rodríguez Zapatero la izquierda es un recurso estético que sirve para ornar sus discursos con bonitas ideas, pero no una forma de hacer política, y no puede convencer al partido de la derecha porque, además de representar en muchos aspectos formas antagónicas de interpretar la realidad, ambos están aquejados del mismo mal cuyo síntoma más evidente es la obsesión por el poder por encima del interés general. Y a los nacionalistas no los puede convencer porque ni tiene con qué comprar su apoyo ni estos están dispuestos a vendérselo desde que el PSOE se ha convertido en alternativa de gobierno en sus feudos tradicionales. Por otro lado, la razón esgrimida, los esfuerzos por la vertebración de la España plural, no podría ser más esperpéntica, no se trata de una interpretación generosa de la realidad, sino de algo que directamente no existe. ¿Como se vertebra la España plural defendiendo en cada sitio una cosa diferente?, ¿pactando como hasta ahora con independentistas en las comunidades en las que ello le proporcionaba el poder?, ¿haciéndolo con el PP?, ¿pactando con los nacionalistas "moderados" en el congreso? Lo único cierto en esas declaraciones es la evidencia del poco peso que la realidad tiene en el discurso del presidente, que trata de una realidad paralela inventada por él para su mayor gloria e incluso esa la tergiversa. Las cosas son más sencillas, si el Gobierno ha perdido el báculo del PNV es por el pacto con el PP para gobernar en Euskadi, y este, con ser algo de lo que alegrarse, no se ha conseguido tanto por servir a un elevado ideal sino como por ser la única opción que por un lado le daba el gobierno y por otro le permitía no perder votos en el resto del territorio nacional. Porque si Patxi López hubiese permitido que Ibarretxe hubiese continuado como Lehendakari, habría hecho imposible para su partido la de por sí hercúlea tarea de ganar las próximas elecciones.
La soledad del PSOE es la consecuencia lógica de una política errática inasumible para nadie excepto ellos mismos, e incluso eso habría que hacérselo mirar, y en lugar de lamentarse y buscar explicaciones en el mundo de la ficción, lo que debe hacer es o bien adaptar sus políticas a su discurso, lo que podría revertir la situación por parte de los grupos de izquierda, o asumir su aislamiento como una consecuencia natural de su acción de gobierno. La soledad parlamentaria no descalifica por sí misma a nadie, si el Gobierno realmente estuviese orgulloso de su acción de gobierno y su soledad fuese realmente una consecuencia de su coherencia no debería lamentarse por ella, sino explicar las razones y convencer a la ciudadanía de que se debe a que han primado lo correcto sobre lo conveniente, el interés general sobre el particular, lo que si bien les ha restado apoyos en la cámara, sin duda se los devolvería multiplicados en forma de voto en las próximas elecciones. Pero no es así, y la más clara muestra de ello es que sus explicaciones no sólo no convencen a casi nadie sino que irritan a una gran parte de la población.

viernes, 17 de abril de 2009

La inoportuna locuacidad de Conde Pumpido

Ayer se manifestaron 15.000 personas, aproximadamente, en protesta por la situación que vive el sector ganadero. En justicia, debieran haberse plantado frente al ministerio el año 93 y haberse mantenido ininterrumpidamente allí, puesto que desde entonces no se les ha hecho el menor caso, claro que de haberlo hecho así a estas alturas les habrían salido ramas y el alcalde Gallardón probablemente habría sucumbido a la tentación de talarlos, pero esa es otra historia. El hecho es que una movilización absolutamente justa y prácticamente unánime en un sector que emplea a 200.000 personas no ha despertado un interés destacable en los medios, quienes se debaten entre dar más protagonismo a otras cosas, como por ejemplo una noticia buena y una mala, a saber, que el profesor Neira haya vuelto a su casa y que el fiscal general no se vaya a la suya. De la primera noticia ya dije en su día cuanto consideraba pertinente, su acción fue noble y susceptible de ser reconocida, pero la insistencia de los medios en destacar su excepcionalidad va a terminar por convencernos de que la inacción es la norma, cuando no es así en absoluto, y es que la obsesión por construir héroes que adornen titulares y columnas puede terminar siendo nociva para la causa que se supone éstos defienden. Respecto al segundo protagonista, su comparecencia parece formar parte de esa estrategia de determinados personajes públicos que, alertados por los tambores de la deflación, han decidido combatirla logrando la subida del precio de determinados artículos de primera necesidad, en este caso el pan, que sube cada vez que hablan. Es de destacar su extraordinario talento para molestar a tanta gente a la vez con unas únicas declaraciones. Ni Windows Vista es capaz de igualar semejante proeza. Cabe suponer que una institución del estado tenga mejores modos de mejorar su coordinación con otras instituciones que exponer sus quejas a la prensa, cabe suponer que la discreción no ha dejado de ser una condición fundamental en todos aquellos que se dediquen a la lucha antiterrorista, cabe suponer que los problemas personales entre un juez y un fiscal no son un tema que deba afectar a la seguridad del estado y cabe suponer que los ciudadanos merecemos algo mejor que esto. Pero, por lo que se ve, no corren buenos tiempos para las suposiciones razonables. Otra "virtud" que tienen las declaraciones del señor fiscal, es que una vez ven la luz son irreparables, si son ciertas porque lo son y si son inciertas igualmente, pero tratar de arreglarlo como lo hizo, empeorándolo todo, no es sino muestra de la incapacidad del personaje, no como fiscal, que sin duda estará sobradamente preparado para ello, sino como personaje público. Y es que hay quien, en virtud de su cargo, jamás debería aparecer en la prensa más que con motivo de su nombramiento y, llegado el caso, de su cese, porque la notoriedad quo obtuviera por el camino debiera derivarse de la eficacia con que hicieran su trabajo, y nada más. Probablemente el señor Fiscal tendría cosas mejores que hacer que desayunar con la prensa, y habría sido así aunque no hubiese protagonizado el esperpento que tanta tinta ha hecho correr.

jueves, 16 de abril de 2009

El autobús de Sarkozy

Sarkozy ha hecho unas declaraciones informales con resonancias a campaña publicitaria de autobús, "puede que zapatero no sea muy inteligente..." sobre la que podrían decirse muchas cosas, especialmente sobre la elegancia de quien dice algo así en público sobre un dirigente democrático de un país vecino, pero no merece la pena perder el tiempo, a fin de cuentas sólo es una opinión particular, y además una de alguien cuyo crédito, al menos para mi, no es especialmente significativo. A mi lo que me ha llamado la atención es la justificación, ese "pero gana elecciones" que según él es de lo que se trata, no ser listo ni hacer bien las cosas. De hecho, despues declaró su admiración por Berlusconi y sus tres reelecciones y llegó a decir, y esto si que es claramente descriptivo (de quien lo dice, claro) que "lo importante en democracia es ser reelegido". ¡Vaya por Dios!, ¡y yo que pensaba que eran el servicio público, el interés general, la libertad, la igualdad, y otras cosas pasadas de moda por el estilo!
En fin, visto lo visto será cuestión de alquilar un autobus e iniciar la campaña "probablemente Zapatero no sea muy inteligente, Sarkozy no sea muy humilde y Berlusconi no sea muy democrata, relajate, disfruta de la vida y si Dios existiera, que te pille confesados", no parece que la altura intelectual de muchas intervenciones de nuestros políticos permita que sirvan para mucho más.

Bruselas no bebe leche (española)

Considero un notable gesto de generosidad del sector ganadero movilizarse únicamente en clave de futuro, porque desde luego si hay algún sector que debiera pedir responsabilidades a todos los gobiernos de nuestro país por su desastrosa gestión, especialmente a nivel europeo, sin duda es este. ¿Como se entiende que las negociaciones con la UE se hayan saldado con el cierre de 149.000 explotaciones de las 173.000 que existían en 1993?¿Que clase de acuerdo es uno que obliga al sector ganadero a producir un 33% menos de las necesidades del propio país y después lo ahoga a causa de las importaciones de otros países de la Unión que deben tener unas cuotas bastante más favorables cuando se pueden permitir el lujo de exportar a tan bajo precio?¿Alguien ha defendido alguna vez los intereses de los ganaderos españoles en Europa?¿Porqué se permiten prácticas como el dumping?
Para comprender los motivos de la protesta de ganaderos que se desarrollará hoy en Madrid, conviene leer el esclarecedor documento sobre la situación actual del sector lácteo elaborado por las asociaciones convocantes (ASAJA, COAG, UPA y Cooperativas Agroalimentarias), no obstante no es necesario ser un experto en el tema para solidarizarse con los ganaderos, aunque sea de forma intuitiva es evidente que no parece razonable que a nadie se le pague su producto entre un 20% y un 30% por debajo del coste de producción, no creo que a garantizar que no exista dumping, y por lo tanto competencia desleal, se le pueda llamar intervencionismo.

miércoles, 15 de abril de 2009

Ataques de sinceridad involuntaria y otras malas jugadas del subconsciente

Parece que la vicepresidenta de la Vega le ha tomado la palabra al Padre Brown, el genial personaje de Chesterton, cuando dijo en el relato "El peor crimen del mundo" que "a veces es un placer decir la verdad en pleno corazón del infierno", al menos espero que su frase de hoy, "nadie tiene ni idea de cuando ni como salir de la crisis", le haya proporcionado un intenso placer porque es lo único positivo que nadie vaya a sacar de ella. Lamentablemente, la vicepresidenta dejó de leer antes de tiempo, porque si hubiese continuado no habría obviado la continuación, "y, por encima de todo, decirlo de manera que nadie lo comprenda", porque a ella desde luego se le ha comprendido todo a la perfección. Se agradece el ataque de sinceridad, probablemente una mala jugada del subconsciente, pero se agradecería infnitamente más una exhibición semejante de eficacia y buena gestión.

martes, 14 de abril de 2009

La puntería de Aguirre y otras reflexiones para un 14 de abril

Hay quien al día siguiente de recibir un disparo (metafóricamente hablando, claro, ninguno de nuestros políticos dispararía a nadie ni justificaría que se hiciese) es criticado en los medios por su falta de previsión y su irresponsabilidad en lo que a medidas de autodefensa se refiere, mientras que por el contrario hay quien dispara y las crónicas periodísticas oscilan entre el silencio más absoluto y las alabanzas a su buena puntería. Otros sin embargo se hieren con una lata oxidada que alguien usó para practicar puntería en el campo y se le califica de héroe, mientras que al que disparó a la lata se le llama asesino. Cada vez importa menos lo que uno haga, sea víctima, verdugo, espectador o convidado de piedra, y más quien sea y las adhesiones que personal o partidistamente despierte. Y no nos engañemos, en esto de las adhesiones, Esperanza Aguirre las despierta inquebrantables (lo cual en todo caso es mérito suyo, ella personalmente no es en esta ocasión el objeto de la crítica aunque ya se que habrá quien aqui añadirá un "por una vez" un tanto recriminatorio), veamos si no las notables diferencias en el tratamiento que los medios dieron a la decisión de la Generalitat de dejar sin frecuencia de FM a la COPE en Cataluña y a la de la Comunidad de Madrid cuando ha hecho exactamente lo mismo en su ámbito de competencia. ¿Acaso es mucho pedir que una misma acción sea juzgada por igual cuando es llevada a cabo por dos instituciones diferentes? No es posible que lo que en Cataluña se califica de atentado contra la libertad de expresión y contra la democracia, en Madrid no sea más que una cuestión de trámite administrativo sin la suficiente relevancia como para ser analizada en los medios. O las dos eran legítimas, o ambas son inadmisibles, no lo juzgo, pero sean lo que fueran debería contarse argumentadamente y considerando ambas por igual. Hay un mínimo de coherencia y honestidad que debería ser exigible a todos los medios en democracia, por algo los periodistas se llaman así y no portavoces, pero lamentablemente padecemos unos medios tan parciales (a favor de unos y de otros, no nos equivoquemos) que no se puede decir que cumplan con ellos.
Pero hoy, por ser fecha señalada, día de la república para más señas, debiera ser fundamentalmente momento de celebración de los valores que ello representa, pero en uno de esos ataques de pesimismo que algunos llamarán lucidez me ha dado por pensar que el día que logremos la consecución efectiva de tan noble ideal será porque nuestros partidos e instituciones hayan dejado atado y bien atado el traslado a la hipotética república del futuro de los males endémicos de la democracia del presente y, llegado el caso, se garanticen un sistema tan sectario y escasamente participativo como el actual, sólo que formalmente legitimado por una Jefatura del Estado que cumpla con estándares democráticos en tanto a acceso a la misma universal, no hereditario, y temporal, no vitalicio. Y no se arreglará nada por el camino, porque la república que tendremos no será la que merecemos, o tal vez sí la que merecemos pero en todo caso no la que deseamos, o para ser concreto, la que yo deseo, pero aun así merecerá la pena, porque el ideal republicano es mucho más que no tener un rey, es cierto, pero, como decía Benedetti de la redención de los torturadores mediante el suicidio, algo es algo.



lunes, 13 de abril de 2009

El pájaro de Boyle Roche y otros "toros irlandeses"

Un cuento de Chesterton, "El fantasma de Gideon Wise", me puso sobre la pista de la nunca suficientemente bien ponderada figura de Sir Boyle Roche, que de ser estudiada en profundidad sin duda nos llevaría a la inevitable conclusión de que es el padre fundador de cierta escuela si no predominante, sí muy presente en la política moderna. La nota al pie del relato, en el que se hacía referencia al "pájaro irlandés", decía lo siguiente: alusión a una réplica del baronet Boyle Roche (1736-1807) que fue miembro de la cámara de los comunes en Irlanda y se hizo famoso más por sus discursos (plagados de metáforas, solecismos y usos impropios del lenguaje) que por sus logros políticos. En cierta ocasión, excusó su ausencia de la cámara de este modo: "Señor Presidente, es imposible que hubiera podido estar en dos sítios al mismo tiempo, a menos que hubiese sido un pájaro".
Otras perlas definitorias del personaje las encontramos en los diarios de sesiones: "¿por qué deberíamos cambiar nuestra forma de actuar por la posteridad, ¿que es lo que ha hecho la posteridad por nosotros?", "la mitad de las mentiras que dicen de nosotros nuestros oponentes, son falsas", "Irlanda e Inglaterra son como dos hermanas, yo haré que se abracen como un hermano", "a lo largo de los caminos no trillados del futuro, puedo ver la huella de la pisada de una mano nunca vista" o "deberíamos silenciar a todo el que se oponga al derecho a la libertad de expresión", o bien en sus cartas: "mientras escribo esta carta, tengo una pistola en una mano y una espada en la otra", o bien "PS Si no recibe esta carta, por supuesto se debe haber extraviado, en ese caso le ruego que me escriba y me lo haga saber".
Al hilo de esta pequeña investigación, también supe que en la tradición anglosajona se conoce a este tipo de confusas figuras dialécticas como "toros irlandeses", gracias al Dr. John Mahaffy, un académico del siglo XIX que dijo que "un toro irlandés está siempre preñado".
Es cierto que los actuales representantes de esta escuela del discurso hueco plagado de incoherencias tan efectistas como carentes de sentido son un poco más aseados gramaticalmente hablando, pero no por ello la huella de su ilustre predecesor es menos visible en el fondo de sus discursos en los que los toros irlandeses campan por sus respetos con tanta libertad como la inconsistencia intelectual en el conjunto de su pensamiento. Y si bien es cierto que escribo este comentario inspirado muy directamente por Berlusconi, la prueba viva de que la dignidad de un cargo no es contagiosa para el que lo ocupa, y su absurda e imperdonable frase acerca del "día de camping" que estaban disfrutando los miles de desplazados por la tragedia del seísmo de L´Aquila (sirvan en primer lugar estas palabras para trasladar a los afectados tanto mi pésame como mi solidaridad), y tantas otras que ha protagonizado el mismo incomprensible personaje, lo cierto es que se me ocurren muchos más que podrían sentirse aludidos por él. Pero no debemos conformarnos con ponerles una etiqueta más o menos severamente descalificatoria, ellos no son la enfermedad de la democracia sino simplemente uno de sus síntomas más llamativos, porque no llegan donde lo hacen engañando a nadie, no esconden su calamitosa condición moral sino que muy al contrario presumen de ella, y todo el que decide libremente votar a un personaje de esta calaña lo hace con pleno conocimiento de causa y con todas las consecuencias. No sirve después rasgarse las vestiduras cuando se comportan exactamente como cabe esperarse de ellos por su trayectoria política (y vital, ya que nos ponemos). Lo lamentable es que en su lógica lucha contra graves males objetivos de la sociedad, como es en estos momentos la crisis económica, el tremendismo y el sectarismo presentes en el discurso de muchos políticos "serios" y de intelectuales y opinadores igualmente reconocidos no sirve sino para abonar el terreno a estos populismos tan peligrosos y sería conveniente que midieran sus discursos para evitar que para salir de una situación grave, pero coyuntural, acabemos cayendo en una igualmente grave y además sistémica.

jueves, 9 de abril de 2009

Chapa y pintura en el Consejo de Ministros

Sin duda es pronto para enjuiciar la labor de los ministros entrantes, además de por los famosos cien días de cortesía todo el mundo tiene derecho al beneficio de la duda y sea para bien o para mal serán valorados por sus actos, no por prejuicios y apriorismos que quien más quien menos tengamos sobre ellos. A los salientes simplemente agradecerles su esfuerzo. Sin embargo sí que hay cosas que comentar sobre la Crisis de Gobierno que nada tienen que ver con los propios ministros en sí. Aspectos llamativos pueden ser que no se reduzcan ministerios, por ejemplo, o esa apuesta, tan poco inocente como poco elegante, por adscribir las competencias de deportes directamente a Presidencia, o el bajo perfil que se ha decidido para Cultura con el doloroso mensaje aparente de que son los derechos de autor y no la cultura en sí misma lo que se desea proteger (conste que no tengo nada en contra de pagar los derechos de autor de aquellas obras que disfrute o consuma, sino de hacer lo propio, y más de una vez, por los de aquellos que no disfruto, consumo ni conozco), pero para mí lo más trascendental es la rectificación del craso error que supuso separar Universidades de Educación, fundamentalmente por la importancia que tiene la decisión en sí misma, más en el contexto actual de Bolonia en el que nos hemos permitido el lujo de tirar un año a la basura, pero también porque parece la mayor muestra de sentido común en una remodelación aparentemente errática, y no es usual que el escaso sentido común circulante entre nuestra élite política se invierta precisamente en Educación, donde más necesario es.
Pero en definitiva cualquier equipo será bueno si trabaja bien, y hasta que dispongamos de datos contrastados sobre la eficacia de su labor, sólo nos queda desearles suerte y cruzar los dedos.

miércoles, 8 de abril de 2009

¿UPyD convidada de piedra en su propio espacio?

El pacto al que han llegado PSOE y PP en el País Vasco, su letra quiero decir, parece que viene a ocupar el espacio cuya propiedad reclamaba UPyD, lo que le permitió lograr un escaño. Se me antoja difícil encontrar algo en ese pacto a lo que el partido de Rosa Díez sintiera la tentación de cambiar alguna coma, ¿porque entonces en la primera ocasión que tuvo de mostrar su sintonía con lo acordado (la votación para elegir a la presidenta de la cámara) votó en blanco?
Me temo que viene a demostrar lo que muchos nos tememos desde el primer momento, que esa personalista formación reproduce los males endémicos de los grandes partidos y al fin y a la postre se preocupan más de las personas que las políticas, pero ojalá me equivoque. En cualquier caso va a ser muy interesante seguir la actitud del representante de ese partido en la cámara vasca a lo largo de la legislatura.

martes, 7 de abril de 2009

Fomento y los guardarraíles

Para calibrar con exactitud el problema de los guardarraíles, y me refiero al enfoque moral del problema porque el práctico se refleja perfectamente en las esquelas de los periódicos, basta con trasladarlo a cualquier otro ámbito de la vida y veríamos así como es de todo punto inadmisible la política de Fomento, de éste y de todos los gobiernos anteriores, al respecto. Supongamos que el Gobierno instala en las calles una medida de protección que efectivamente protege a un grupo mayoritario de ciudadanos frente a accidentes, pongamos atropellos, terremototos, lo que sea, pero que sin embargo a un grupo minoritario, aunque muy significativo, no sólo no les protege sino que en determinados casos (la Asociación Mutua Motera los estima en más de cien al año con el nuevo sistema) les causa la muerte, algo que en ausencia de dicho sistema no habría sucedido. Conviene repetirlo, es Estado instala un sistema que mata a un numeroso grupo de ciudadanos que en ausencia de dicho sistema habrían continuado vivos. Lo único que diferencia a unos ciudadanos de otros es su preferencia por un medio de transporte, la moto, que por lo demás es infinitamente más recomendable desde el punto de vista de la movilidad urbana, sobre el coche, algo que, como motivo para ser discriminados en una cuestión vital no parece más arbitrario que la altura, el equipo de fútbol al que sigan o el color de sus ojos. Imaginemos que el sistema del que hablamos a modo de ejemplo protegiera a los ciudadanos que superen los 165 cm de altura pero no lo hiciera a los que no la alcanzan, causando la muerte a un notable porcentaje de ellos y severas lesiones (amputaciones principalmente) a otros muchos. ¿Lo toleraríamos? Sospecho que no.
Fomento investiga y desarrolla un sistema que ponga fin a esta situación intolerable y resulta, y ellos mismos lo reconocen, que no es efectivo, pero pese a todo no paralizan su instalación. Suena insistentemente un relevo al frente de Fomento en la crisis de Gobierno que se avecina. Desconozco cual será postura del nuevo ministro, pero a mi entender acometer de inmediato una solución definitiva a este problema es la más acuciante obligación moral a la que se enfrenta, porque hacer AVEs y autovías está muy bien, pero permitir que se mantenga una situación de discriminación de consecuencias tan brutales como esta es inadmisible no sólo para cualquier gobernante denmocráctico, sino para la conciencia de cualquier ciudadano.

¿Y los bancos?

El ICO va a prestar dinero a los Ayuntamientos para que afronten sus deudas con las PYMES, el G-20 decide aportar fondos al FMI para que éste lo preste a los países y hasta la iglesia italiana se propone conceder pequeños créditos a sus fieles, ¿es que acaso todo el mundo va a prestar dinero excepto los bancos?

lunes, 6 de abril de 2009

Réquiem por la ONU

Seguramente la reunión del G-20 en Londres tenga muchas consecuencias en la vida de los ciudadanos de todo el mundo, a mi a bote pronto se me ocurre una: la voz de los países pequeños que antes era irrelevante pero escuchada, ha dejado de serlo (escuchada, claro). Ni voz ni voto para muchos países que, si bien representan el 20% del PIB mundial, suponen un gran porcentaje de la población de la tierra. Habría sido bonito que, más que nada para guardar las formas, estas cuestiones aparentemente tan trascendentales se trataran en la ONU, pero visto que a ésta le ocurre igual que a los países pequeños, que no tiene voz ni tiene voto, tal vez haríamos bien en disolverla y entregarle todos sus recursos al G-20, si es quien realemente va a decidir por todos al menos que lo haga con todos los recursos posibles.

viernes, 3 de abril de 2009

La mujer del César y la política contrafactual

Tiendo a simpatizar con el hecho de que Mariano Rajoy defienda a su tesorero y al eurodiputado que podrían estar implicados en el caso Gürtel: si honestamente piensa que son inocentes es lo que debe hacer, en el bien entendido de que con ello liga su futuro al de estas dos personas y una hipotética futura condena debería implicar su asunción de responsabilidades políticas. Precisamente por eso le honra su defensa, porque expone mucho con ella. Con lo que no puedo simpatizar ni remotamente es con el doble rasero de nuestros principales partidos que una vez más se ha hecho patente con sus valoraciones del almuerzo que compartieron el consejero de interior de la Comunidad de Madrid y el presidente del TSJM. Éste es condenable en primer lugar porque de ser una cita de trabajo debería aparecer en las agendas oficiales de los protagonistas, cosa que según la prensa no acontece, y segundo, pero muy principalmente, porque el juez reconoce que hablaron del caso Gürtel, pero sólo tangencialmente, algo inaceptable independientemente sea tangencial, radial, perpendicular o paralelamente. Soy de los que pensaban que no había nada extraño en que Bermejo coincidiera en una cacería con Garzón (en la que ambos dicen que no hablaron del sumario), de la misma manera que pienso que en principio no hay nada punible en esta comida porque dos personas de esta responsabilidad deben mantener una comunicación fluida y porque deben ser capaces de hacerlo sin abordar temas que por lógica no pueden tratar, pero reconocen que no han querido o no han sabido hacerlo con un tema que a todas luces les debe estar vedado, por muy tangencialmente que lo hayan abordado. La dimisión de Bermejo estaba justificada, a mi entender, no por la cacería, sino porque un Ministro de Justicia no puede permitirse el lujo de hacer ninguna actividad sin la licencia que se le exige al resto de los ciudadanos, y Granados debería hacer lo propio no por comer con el Presidente del TSJM, sino por aprovechar la ocasión para abordar un tema que a todas luces no deberían ni haber comentado.
Estos días, a raíz de la publicación de un libro que teoriza sobre las consecuencias de una hipotética derrota de Franco en la guerra civil, se ha puesto de moda hablar de la historia contrafactual, cuando puestos a hablar de esa práctica sería mucho más interesante hacerlo de la política contrafactual de tan arraigada escuela y tradición en nuestro país y que se basa prácticamente en una única hipótesis, que es una supuesta superioridad moral de una serie de ciudadanos frente a otros por la única razón de pertenecer a un determinado partido político. Lo malo es que mientras que los historiadores tienen claro que es únicamente una ejercicio intelectual, los políticos lo asumen como dogma de fe en virtud del cual se puede comprender que lo que exigen a los demás no se lo apliquen a sí mismos, que los correligionarios disfruten de presunción de inocencia mientras que los adversarios padezcan presunción de culpabilidad. Y esto les ocurre a los dos grandes partidos, por más que estos días se vea mucho más acusadamente en el que ocupa la oposición.
Entiendo evidente que quienes criticaron a Bermejo deberían hacer lo propio con Granados y por el contrario quienes justificaron a uno deben, por lógica pero sobre todo por honestidad, defender ahora al otro, pero salvo exepciones, notables por lo demás como el Ministro Caamaño, el intercambio de papeles ha sido prácticamente completo. Y eso es injustificable. La mujer del César, tan de actualidad estos días la pobre, sería feliz si viviera entre nosotros porque esa máxima que regía sus actos y su apariencia hoy sería bastante diferente, probablemente más llevadera para ella pero bastante más triste para todos, algo así como: "la mujer del César debe ser honrada y parecerlo, o en su defecto afiliarse a uno de los partidos políticos mayoritarios en cuyo caso la apariencia de honestidad de sus actos tendrá vida propia, siendo siempre culpable o siempre inocente en virtud de la filiación de quien opine sobre ellos".

miércoles, 1 de abril de 2009

Los renglones torcidos del nacionalismo

Los sindicatos nacionalistas de Euskadi (ELA, LAB, ESK, STEE, HIRU y EHNE) han convocado una huelga general para el próximo 21 de mayo, es decir, la convocan antes de que el nuevo gobierno tome posesión y la llevan a cabo antes de que los nuevos cargos tan siquiera se ubiquen en sus despachos. Dicen que no es una acción política, sino que se debe a motivos "exclusivamente laborales", pero en el propio texto de la convocatoria se citan cuatro "ejes reivindicativos" de la protesta, a saber, denunciar la destrucción de empleo creada por la crisis, denunciar el "chantaje patronal", crítica de las actuales políticas sociales y presupuestarias y exigencia de instrumentos para abordar la crisis de los cuales no es necesaria una prodigiosa agudeza visual para darse cuenta de que sólo el segundo puede ser considerado netamente laboral, mientras que los otros no sólo son claramente políticos, sino que los reproches, perfectamente respetables, que se dirigen a la clase política lo hacen a las politicas del ejecutivo saliente, pero culpando de ellas al entrante, quien no ha tenido tiempo material de abordar ninguno de los problemas cuya solución se exige. Pero además, por si quedaba alguna duda, en el texto de la convocatoria se dice respecto de ese supuesto chantaje patronal lo siguiente: "...diversas patronales, con la ayuda intestimable de las administraciones, conculcan reiteradamente sus derechos...", es decir, que el único punto que podría haberse entendido como reivindicación de los trabajadores, también es de una clara motivación política.
Todo esto, movilizarse por unas políticas frente a quienes no son ni han sido responsables de su puesta en práctica, podría resultar incomprensible si no se interpretase en clave nacionalista (concretamente de sus dificultades para digerir el cambio de gobierno), y tal vez por eso, para que todo el mundo entienda las verdaderas motivaciones de la protesta, los convocantes han incluido al final del texto el siguiente párrafo extraordinariamente ilustrativo que bien podría haber constituido el único de la convocatoria puesto que pese a su rotunda iniquidad es el único sincero: "Es por ello que exigimos que las políticas económicas, sociales y laborales se decidan en Euskal Herría y estén al servicio de los intereses de la clase trabajadora". ¡Acabaramos! Todo lo hecho anteriormente está mal, a tenor de lo expuesto en el propio texto, pero no ha merecido una protesta tan seria como una huelga general porque a fin de cuentas la decisiones lesivas para los intereses de los trabajadores se han tomado en Euskadi, pero de cara al futuro, la posibilidad (por otro lado inexistente) de que desde el gobierno central se pudiera interferir en la toma de decisiones, aunque fuera para bien y las condiciones laborales de los trabajadores mejoraran efectivamente, es de todo punto inaceptable para estos sindicalistas que olvidan, si es que alguna vez lo han sabido, que su objetivo debe ser la defensa del interés general de los trabajadores, no abstrusas concepciones identitarias de la política que ni a éstos, ni a la sociedad en general, pueden causar ningún beneficio.
Aquellas palabras, no recuerdo si de Ibarretxe o de Urkullu, que vaticinaban que el PNV seguiría gobernando el País Vasco fuera desde donde fuese comienzan a tomar sentido, esta es la primera demostración aunque lo que se demuestre en realidad sea algo muy diferente porque por mucho que lo desee, el PNV no mantendra el control sobre el gobierno pero sí los suficientes resortes como para convertir a la comunidad autonoma en ingobernable, algo, la política de "o yo o el caos", que no parece que vayan a tener el menor reparo moral en practicar.