viernes, 14 de noviembre de 2008

El "efecto Rorschach" y la confusión ideológica

Si Sarah Palin tuviera la más remota idea de donde está España, cual es su historia, si conociera aunque fuera remotamente la figura de Franco y sus conocimientos sobre el socialismo fueran algo más consistentes que el que los rojos son malos malísimos, se podría entender que hubiera dicho algo como "Franco era bastante socialista", y pese a ello probablemente todos nos habríamos lanzado a su cuello para denunciar su falta de preparación intelectual y de altura política. Sin embargo hete aquí que la frase no la ha perpetrado Sarah Palin, sino Esperanza Aguirre y sorprendentemente el análisis es hasta tal punto diferente que no se justifica en ningún tipo de déficit, sino que se reduce a la categoría de anécdota, ella es así, simplemente es campechana. Y liberal. Y eso le proporciona una bula de la que casi nadie más disfruta.
Por otro lado, en el transcurso de una manifestación en contra de la Ley de Educación de Cataluña, un grupo de simpatizantes y afiliados de Ciudadanos fue agredido hasta el punto de obligarles a abandonar su lugar en la manifestación al grito, nada más y nada menos, de "fuera nazis".
Es lamentable la confusión, por no decir el sectarismo, que se está implantando en determinados sectores de la sociedad según el cual todo lo que a uno no le gusta, inmediatamente es nazi, o fascista, o estalinista, o bolchevique, según la afinidad del exaltado que se autodescalifique con el exabrupto. Esperanza Aguirre no ha ido tan lejos, no se ha atrevido a llamar bolchevique a Franco, pero como era antiliberal se atreve a negar que fuera de derechas, y para eso hace falta una considerable cara dura.
Me temo que nuestra política se ha polarizado tanto que sufre una especie de "efecto de Rorschach", esas famosas láminas utilizadas en test psicológicos en las que cada uno ve exactamente lo que quiere ver, y sería fantástico que se criticara a las personas por lo que hacen y por lo que dicen, no por lo que son ni mucho menos por lo que no son (aunque así lo creamos) y me pregunto si este recurso fácil a la descalificación no será la más evidente muestra no de la superación de las ideologías, algo absurdo por cierto, sino de la absoluta falta de ideas, de capacidad intelectual, incluso de civismo que asuela a parte de la sociedad.

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