domingo, 3 de mayo de 2009

Las confusas resonancias del término "pandemia"

A menudo, la utilización de terminología científica en el lenguaje coloquial conlleva ciertos riesgos, algo que vemos bastante claramente estos días con el término pandemia. Desde un punto de vista epidemiológico, el término pandemia no lleva aparejado ningúna valoración de la gravedad de la enfermedad, de forma que es posible que exista una enfermedad pandémica pero clínicamente leve. Es lo que ocurre con la gripe porcina, nueva gripe o gripe A, la única enfermedad de la historia que sufre más mutaciones en el nombre que en el agente etiológico (y eso que es un influenzavirus, de natural voluble), que es una enfermedad cuyo potencial pandémico es indudable, pero cuyas consecuencias clínicas, salvo en el caso de México y por cuestiones no achacables precisamente a los mecanismos patogénicos del virus sino a otras de caracter sociosanitario francamente dignas de estudio, son leves. No obstante, en lenguaje coloquial el término pandemia sí conlleva una significación de gravedad, por los motivos que sean la palabra en sí misma es alarmante, y es en ese sentido en que yo mismo pude crear cierta confusión hace una semana diciendo que esta gripe no era la pandemia que trataban de vendernos (aunque creo que el mensaje general estaba claro,nunca está de más puntualizar), porque no me refería a su potencial pandémico desde un punto de vista epidemiológico, que está fuera de toda duda, sino a su significación clínica, que, hoy por hoy, no podemos calificar de otra forma que de leve, a fin de cuentas no es más que una gripe con unos toques de maquillaje siniestro que insistentemente le aplican los medios.

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