lunes, 9 de marzo de 2009

Garzón y la tozuda realidad

El mismo día en que el consejero Güemes se pregunta en público quien investiga al juez Garzón por cobrar más de un millón de euros durante su año sabático de quienes a la postre se verían beneficiados por posteriores sentencias exculpatorias del propio juez, resulta que no sólo sale a la luz pública que es el Tribunal Supremo quien lo hace (a instancias del abogado Antonio Paneo, informa Público), sino que además ha resuelto archivar el caso porque "no revisten indiciariamente los hechos la comisión de infracción penal alguna". Debe ser desesperante que la realidad se empeñe en desmontar tan tozuda como sistemáticamente los lamentos demagógicos de uno, espero que la próxima vez piense las cosas dos veces antes de decirlas, aunque no es de esperar en alguien de natural tan refractario a la realidad. Sin embargo el Supremo comunica los hechos al CGPJ por si existiera en ellos alguna falta administrativa en el hecho de no haberlo comunicado el magistrado en tiempo y forma. Bien, si lo existiera que sea sancionado, aunque visto lo visto las sanciones del consejo a los jueces no son para echarse a temblar, o si no que se lo digan al juez Tirado cuya multa, por cierto, ha resultado ser menor que la del exministro Bermejo, que no es que tenga nada que ver lo uno con lo otro, pero no deja de ser llamativo. El CGPJ, por cierto, ha decidido hoy que tampoco existe infracción alguna en la asistencia del magistrado a la famosa cacería en respuesta a la denuncia del PP.

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