viernes, 27 de marzo de 2009

Autónomos

Hubo un tiempo en el que la lógica de las huelgas era presionar al empresario con el perjuicio, principalmente económico, que la falta de trabajo le produciría y obligarle así a atender las reivindicaciones de sus empleados. Ya no. Después los jueces hicieron huelga no contra sus jefes, el CGPJ, sino contra el gobierno, porque ya no se presiona tanto con el perjuicio económico sino con el que la huelga, su gestión y principalmente el malestar ciudadano pueden producir en la imagen de aquel contra quien se dirige. Pero ya tampoco. Ahora, en una nueva vuelta de tuerca al concepto, son los autónomos quienes se manifiestan y se plantean la huelga. Es una idea notable porque en principio los patronos de los autónomos son ellos mismos, así como los principales perjudicados por el paro, económicamente al menos. Claro que más de la mitad de los autónomos del país no son tales, sino mano de obra barata para empresas a las que facturan en exclusiva pero no se gastan un duro en ellos. Sin embargo no sólo les comprendo, sino que les apoyo completamente porque no sé si serán los más perjudicados por la actual situación, pero seguro que son los grandes olvidados. ¿Cuantas de las múltiples medidas puestas en marcha por el Gobierno se dirigen a ellos? En la respuesta está la razón por la que entiendo la convocatoria de una huelga conceptualmente contradictoria en sus términos, porque no les queda mucho más que intentar y no se encuentran en situación de perderse en sutilezas.

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