miércoles, 4 de marzo de 2009

El misterioso concepto de las instituciones particulares

No por sabida es menos sorprendente la confusión existente entre los dirigentes del PNV, desconozco si sólo entre éstos o se puede ampliar la obcecación a un porcentaje significativo de la militancia, entre lo institucional y lo particular, entre gobierno y partido. Pretender equiparar un pacto postelectoral a un "golpe institucional", como ha hecho el señor Urkullu, es una de las muestras más abominables de demagogia de entre las muchas que hemos sufrido en nuestro país en los últimos tiempos, pero insistir en ello, repetirlo hasta que parezca cierto, amenazar con "inestabilidad constitucional" y otros demonios tipo "o yo o el caos", y además hacer lo posible por arrastrar a la cerrazón a parte de la población, sería el acto de irresponsabilidad política más grave de las que cabría apuntar en el de por sí amplio catálogo de ellas que el historial de este partido ha ido confeccionando. Tampoco se oyó su voz alta y clara defendiendo en la anterior legislatura que el PP debería haber gobernado en Galicia en detrimento de PSG y BNG, claro que el bloque es un partido nacionalista y por tanto "hermano". ¡No íbamos a ser todos iguales!
Desarmar ideas tan peregrinas como la de la inestabilidad institucional o la del golpe de estado institucional es tan sencillo como una regla de tres: si institucional es lo pertenciente o relativo a las instituciones y los partidos políticos no son instituciones, no es necesario ser un maestro del silogismo para concluir que aquello que afecta a un partido no tiene porqué afectar a la institución cuyo gobierno temporalmente ejercen (prueba de agudeza gramatical: ¿acaso, en breve, detentan?)
La respuesta de Patxi López de ayer no pudo ser más pertinente, pero no por acertada estuvo más cerca de zanjar esta irritante cuestión y mucho me temo que nos queda "golpe institucional" para rato, porque no parece que se pueda esperar gran cosa del sentido de estado de los dirigentes peneuvistas, tan adeptos ya a la política del órdago que no parece que sepan hacer otra cosa. Y eso que los órdagos perdidos vienen siendo tantos como los echados. Las cosas al final son muy sencillas, si se reconoce que la inestabilidad institucional es negativa para la sociedad, es recomendable, obligado casi, tratar en lo posible de no originarla en lugar de utilizar a las instituciones para el beneficio propio. Por ahora hay una cosa clara, sólo el PNV ha jugado a crear inestabilidad, si no desea que ésta exista lo mejor sería dejar de provocarla pervirtiendo el buen nombre de aquellas instituciones que temporalmente gestionan. No parece desorbitado exigir a nadie que asuma lo natural con naturalidad, y esto no podría serlo más.

1 comentario:

Xurde dijo...

Solo despedirme ya que me han echado de esta RED por mi último "artículo explosivo" ,que debe de ser "totalmente contrario al espíritu de C,S" y por expresar libremente mi opinión personal al respecto:

http://ciutadansarenys.blogspot.com/2009/03/rosa-diezrosa10articulo.html

Un saludo.Xurde Rocamundi

Post:Este sigue publicado,debe de ser por "otros motivos":

http://refundacionsocialista.blogspot.com/