martes, 17 de junio de 2008

La actitud contemplativa de Mariano Ra-Job y los estatuarios de Zapatero

Ayer tuvo Mariano Rajoy la oportunidad de darse un bañito en esa balsa de aceite en que se ha convertido el Gobierno de nuestro pais, para revolver un poco las aguas más que nada, y sin embargo decidió quedarse tomando el sol en una tumbona a la orilla en una actitud contemplativa digna de Buda, sorprendiendo con su postura teniendo en cuenta que llueve con una cierta intensidad (pluviométrica y política). Aunque claro, con un gallego conviene no ponerse a discutir sobre el concepto de buen tiempo. Es una decisión entendible, Rajoy juega con la hipótesis de que la crisis económica provocará tal desgaste en el gobierno durante esta legislatura que sólo tiene que quedarse sentado a ver pasar el cadaver de su enemigo, que es exactamente lo que parece que piensa hacer y no digo yo que no acierte en que la victoria del PP sea probable en las próximas elecciones, falta por ver si además de su partido es también suya. Pese a su actitud contemplativa, se manifestó D. Mariano en contra del aumento de la jornada laboral y de las ayudas a las inmobiliarias, algo sin duda positivo, y mientras tanto nuestro presidente inspirado por los triunfos de José Tomás en Las Ventas ha decidido emular uno de sus más celebrados pases, el estatuario, sólo que adaptado a su interpretación de las circunstancias, esto es, sencillamente se queda quieto y no hace nada transformando el estatuario en estatua y permitiendo que los subalternos lidien como puedan con el toro, conociéndose como mayor aportación a la lidia de quien debiera ser su protagonista el intento de convencer a la plaza de que allí no hay ningún toro sino que lo que ven sus ojos es un conjunto de materia orgánica en movimiento que sufre de procesos de aceleración y desaceleración cíclicos. Asiéndose fuertemente a cortinas de humo en lugar de a la muleta, el presidente sigue firme en su postura confiando en que mantengan a ese toro de nombre incierto pero popularmente conocido como crisis alejado de él, no vaya a ser que le embista y tengamos un disgusto. No se da cuenta el presidente que con su inmovilidad más que un torero de arte, valor y mérito parece un mimo de los que se ven en las esquinas esperando que alguien les de alguna moneda para hacer algún movimiento, pero al que nadie le da un mísero centimo (porque la vida está muy mala o por su escaso talento como mimo, no se sabe), pero sigue quieto, imperturbable, incapaz de asumir la realidad y aferrado a la esperanza de que le llueva el dinero que le permita salir adelante.
Fui el primero en alegrarme del anuncio de tregua en la crispación política, y me sigo alegrando, pero lo que no entraba en mis planes era que fuera sustituida por una creciente crispación social. No entiendo la falta de iniciativa del gobierno, o al menos su falta de exposición pública, y esta situación en la que se pierde intención de voto en pro de un partido que no hace nada por ganarla, sino todo lo contrario (descubriendo tal vez la mejor estrategia posible para recuperar el gobierno). No sólo no se aprovecha el turbulento periodo precongresual del PP, sino que se igualan las expectativas de voto y el Presidente Zapatero suspende por primera vez en las encuestas de valoración personal. Supongo que se confía en que la legislatura es larga, en que tarde o temprano desaparecerá la crisis y las aguas volverán a su cauce, que el PP tiene pendiente otro congreso antes de las elecciones que se prevee tempestuoso, pero ¿y si no es así?, ¿y si la crisis continúa y el PP sale reforzado de su próximo congreso?, ¿seremos entonces los ciudadanos los culpables de la crisis por no llegar a fin de mes pese al gracioso regalo de los 400 euros?
Esta situación en la que tanto gobierno como oposición parecen pretender, cada uno con sus motivaciones, cargar sobre los hombros de los ciudadanos el peso de la crisis, debería servir para que construyésemos una alternativa de izquierdas real, moderna, laica y no nacionalista, y no para que quienes pueden hacerlo pierdan su tiempo y la oportunidad en peleas internas que sólo sirvan a la postre para perpetuar el dañino bipartidismo de facto que tanto daño hace a nuestro pais.

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