martes, 14 de abril de 2009

La puntería de Aguirre y otras reflexiones para un 14 de abril

Hay quien al día siguiente de recibir un disparo (metafóricamente hablando, claro, ninguno de nuestros políticos dispararía a nadie ni justificaría que se hiciese) es criticado en los medios por su falta de previsión y su irresponsabilidad en lo que a medidas de autodefensa se refiere, mientras que por el contrario hay quien dispara y las crónicas periodísticas oscilan entre el silencio más absoluto y las alabanzas a su buena puntería. Otros sin embargo se hieren con una lata oxidada que alguien usó para practicar puntería en el campo y se le califica de héroe, mientras que al que disparó a la lata se le llama asesino. Cada vez importa menos lo que uno haga, sea víctima, verdugo, espectador o convidado de piedra, y más quien sea y las adhesiones que personal o partidistamente despierte. Y no nos engañemos, en esto de las adhesiones, Esperanza Aguirre las despierta inquebrantables (lo cual en todo caso es mérito suyo, ella personalmente no es en esta ocasión el objeto de la crítica aunque ya se que habrá quien aqui añadirá un "por una vez" un tanto recriminatorio), veamos si no las notables diferencias en el tratamiento que los medios dieron a la decisión de la Generalitat de dejar sin frecuencia de FM a la COPE en Cataluña y a la de la Comunidad de Madrid cuando ha hecho exactamente lo mismo en su ámbito de competencia. ¿Acaso es mucho pedir que una misma acción sea juzgada por igual cuando es llevada a cabo por dos instituciones diferentes? No es posible que lo que en Cataluña se califica de atentado contra la libertad de expresión y contra la democracia, en Madrid no sea más que una cuestión de trámite administrativo sin la suficiente relevancia como para ser analizada en los medios. O las dos eran legítimas, o ambas son inadmisibles, no lo juzgo, pero sean lo que fueran debería contarse argumentadamente y considerando ambas por igual. Hay un mínimo de coherencia y honestidad que debería ser exigible a todos los medios en democracia, por algo los periodistas se llaman así y no portavoces, pero lamentablemente padecemos unos medios tan parciales (a favor de unos y de otros, no nos equivoquemos) que no se puede decir que cumplan con ellos.
Pero hoy, por ser fecha señalada, día de la república para más señas, debiera ser fundamentalmente momento de celebración de los valores que ello representa, pero en uno de esos ataques de pesimismo que algunos llamarán lucidez me ha dado por pensar que el día que logremos la consecución efectiva de tan noble ideal será porque nuestros partidos e instituciones hayan dejado atado y bien atado el traslado a la hipotética república del futuro de los males endémicos de la democracia del presente y, llegado el caso, se garanticen un sistema tan sectario y escasamente participativo como el actual, sólo que formalmente legitimado por una Jefatura del Estado que cumpla con estándares democráticos en tanto a acceso a la misma universal, no hereditario, y temporal, no vitalicio. Y no se arreglará nada por el camino, porque la república que tendremos no será la que merecemos, o tal vez sí la que merecemos pero en todo caso no la que deseamos, o para ser concreto, la que yo deseo, pero aun así merecerá la pena, porque el ideal republicano es mucho más que no tener un rey, es cierto, pero, como decía Benedetti de la redención de los torturadores mediante el suicidio, algo es algo.



1 comentario:

Rafael del Barco Carreras dijo...

Sobre periodistas...

II. JOSÉ MARTÍ GÓMEZ, Premio Nacional de Periodismo de Cataluña 2008,
LA VANGUARDIA, Y JAVIER DE LA ROSA.

Rafael del Barco Carreras

Abril 2009. Del libro “La Catalunya mes fosca” de Victor Saura, periodista catalanista de izquierdas, recién editado, releo traduciendo del catalán… “Los periodistas, y en general las personas, tenemos esta manía de creernos lo que leemos. Uno escribe una cosa porque una supuesta buena fuente se lo ha explicado (y los De la Rosa, Piqué Vidal, Estevill, Aguilera, Oubiña y compañía eran grandísimas fuentes para muchos periodistas encantados de tenerlos) y a partir de aquí el resto lo vamos repitiendo acríticamente, como si hubiéramos presenciado el crimen en directo. No he visto nunca a ningún periodista admitir un error así. Admitir que con un artículo inspirado por alguno que le parecía de confianza y que años después se ha comprobado que era un auténtico pirata malparido hundió la reputación de algún otro que posiblemente no tenía ninguna culpa”… y amplío mi escrito del 26-10-08, cuando a Martí Gómez le otorgan el gran galardón en el teatro Kursal de Manresa.

José Martí Gómez inició el linchamiento y juicio paralelo en el caso Consorcio de la Zona Franca de Barcelona, 1980. Insisto, ni se le ocurrió hablar conmigo, ¿para qué? ¡yo no le pagaría tanto como De la Rosa! Durante 30 años me he preguntado cuánto. Ver las imágenes adjuntas en www.lagrancorrupcion.blogspot.com. Dice investigó, no investigó nada, porque la patraña es falsa. NO EXISTÍAN ESOS SUPUESTOS FINANCIEROS DE DUDOSA REPUTACIÓN, apenas unos socios menores de los varios con quienes Antonio de la Rosa realizaba sus negocios (preferencia y a dúo con su hijo Javier), y en cuanto a las señoritas, ese SAN ANTONIO, arrastraba una doble vida al igual que tantos otros de los adinerados y corrompidos franquistas.

Los De la Rosa le proporcionaron las claves del guión. La más rentable de sus novelas. Victor Saura confunde ERROR por CORRUPCIÓN. Hasta los jueces dictarán en la sentencia; dinero parte GASTADO EN VICIOS. Tengo 68 años (a estas alturas de la vida no debo justificarme ante nadie) jamás he tenido un VICIO (ni fumo) como demostraría el más profundo e imaginable examen médico, añadiendo de paso que nunca he estado enfermo con un solo día de cama, jamás una baja en mis trabajos o negocios, y demostrable en el expediente carcelario o en los archivos de todo el Sistema Sanitario. Por no tomar, ni aspirinas... la antítesis de Javier de la Rosa.

La portada y primera página de CAMBIO 16 del 18-11-79 inicia en la Prensa la consolidación del primer gran desfalco de los De la Rosa y su corte, o de quienes se añadirían al engaño, Serra, Maragall… la Prensa…abogados, jueces, policías…