miércoles, 25 de noviembre de 2009

Ofender agradeciendo

Desconozco, porque no soy psicólogo, si entre los efectos secundarios del stress postraumático se cuentan la deslealtad y la ingratitud o si por el contrario estos comportamientos son más bien achacables a aquello que Salamanca no presta ni en los casos en los que es patente que Natura no provee, pero sea cual sea la causa creo que es censurable la actitud de algunos de los marineros del Alakrana liberados, especialmente por su incoherencia. No parece razonable criticar al Gobierno por su gestión a la vez que se alaba la actuación del Ejército, porque hasta donde me alcanza el sensorio el Ejército, en un país democrático, no es precisamente autónomo sino que cumple órdenes del Gobierno y no parece razonable separar la acción de uno de la del otro. No pongo en duda, por otra parte, el derecho de los marineros a la libre expresión de sus legítimas (y no exentas de parte de razón) críticas, pero parece razonable pedir a cualquier persona con un mínimo dominio del lenguaje que exprese su agradecimiento al menos sin ofender a aquellos a quienes trata de reconocer, y esa frase de D. Gaizka Iturbe, engrasador del buque, que comienza "pese a ser militares son gente que tiene un corazón de oro", merece entrar en alguna de las múltiples antologías del disparate que se pueden confeccionar con un simple vistazo a las crónicas de la actualidad de nuestro país. Pese a ser militares. Como dijo precisamente un exministro de defensa: ¡manda huevos!

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