martes, 21 de junio de 2011

La compraventa de confianza y otros milagros

Si fuera proveedor de un Ayuntamiento y éste no me pagase, podría entender un discurso del tipo es prioritario hacer una auditoría como primer paso de un proyecto estratégico que identifique nuestras fortalezas y nuestras debilidades para potenciar las primeras y solucionar las segundas bla, bla, bla, y tal vez me sintiera milagrosamente imbuido de la confianza que lógicamente había perdido y me sentiría predispuesto a esperar tiempos mejores para exigir el pago de mi deuda, pero si el discurso de los nuevos gestores del Ayuntamiento fuese que lo prioritario es hacer una auditoria para "levantar las alfombras" y, en fin, cavar un poco más honda la fosa en la que yace el cadáver incorrupto de mi rival para que en lugar de a dos metros bajo tierra descanse a tres y a ser posible en lugar de tierra se rellene el hueco con hormigón armado y, qué se yo, una cápsula de adamantium para que si le da por resucitar no pueda salir del agujero, si se prefiere gastar el poco dinero que hay  en luchas partidistas y no en pagarme la deuda, en ese caso no me sentiría nada predispuesto a aplazar el pago sine die. Al nuevo alcalde de Alcorcón, David Pérez, le causa gran disgusto que Correos haya resuelto el contrato que tenía con el Ayuntamiento ante el impago de la deuda de 121.783,33€ que mantenia el Consistorio con ellos. Es entendible. Encuentra además el flamante edil una motivación política detras de la decisión empresarial de Correos, que sigue siendo una empresa pública. Eso ya es más cuestionable. Y se pregunta finalmente porqué no tuvo correos la decencia de suspender el contrato cuando estaba el PSOE en el Gobierno, que es quien generó la deuda. Esto es directamente falso porque el procedimiento se inició el 17 de marzo, antes pues de las elecciones, pero lo es fundamentalmente no por eso, sino porque la deuda no la genera ni la mantiene el PSOE ni la paga o la deja de pagar el PP, sino el ayuntamiento que él coyunturalmente gestiona y tanto para los proveedores como para los ciudadanos es o debe ser indiferente el color de quienes lo gobiernen. ¿Acaso pretendían los candidatos del PP antes de convertirse en Alcaldes que su simple advenimiento iba a paralizar los procedimientos y las reclamaciones pendientes? Igual que el PSOE necesitaba aprender algo y se lo ha intentado enseñar IU de Extremadura (aunque con escaso éxito por lo que se ve), el PP necesitaba aprender lo que le ha enseñado Correos en Alcorcón, que la consigna de que todo va mal porque gobierna el PSOE y se solucionara mágicamente cuando el PP gobierne porque este sí genera confianza no es más que palabrería hueca, que los ciudadanos y los empresarios no quieren ya que nadie les venda confianza, sino que se la compren y que el pago sea inmediato y en forma de resolución de deudas, de contratos, de políticas sociales, de mejora de las condiciones de trabajo, de mantenimiento del poder adquisitivo, de sostenimiento de los precios, en fin, lo que es gobernar. Conocía o debía conocer el PP la mala situación económica de aquellos lugares que aspiraba legitimamente a gobernar, lo contrario habría sido irresponsable, por lo que lo que debe de hacer es asumirla y trabajar para salir de ella en lugar de mirar hacia atrás y echar pelotas fuera culpando al PSOE de todo lo que sea incapaz de gestionar. Que si, que ya sabemos que los chicos del PSOE, esos aviesos socialistas, son culpables de la situación económica y de los siete males al completo, precisamente por eso mucha gente ha decidido cambiar el sentido de su voto, para que se haga bien lo que se supone que antes se hacía mal, no desde luego para que se lo recuerden constantemente en lugar de solucionarles los problemas. 
También podrían reconocer elegantemente que la situación era la que era y que habría sido similar gobernase quien gobernase porque la crisis desde luego no se generó en los municipios y existen varios condicionamientos estructurales que maniatan la acción de gobierno de los consistorios. Y que no hay dinero no porque los socialistas lo hayan robado a espuertas, sino porque no lo hay.  Algo que deben saber los alcaldes del PP, que tampoco lo tienen. Y que el voto de castigo que corresponde a Zapatero se lo han llevado sin comerlo ni beberlo alcaldes que en su mayor parte han cumplido más que dignamente su tarea, por lo que no ha lugar a esta obsesión por mirás atrás con todo lo que queda por delante. Pero eso no es probable que suceda.
Probablemente se deban hacer auditorias, no lo discuto, pero sin prejuzgar los resultados porque en la inmensa mayoría de los casos, dado que las cuentas públicas son eso, públicas, y por tanto están sometidas a los pertinentes controles, no se encontrará nada, y si lo único que aporta uno al futuro de los ciudadanos es la promesa de esclarecimiento de un pasado que se imagina siniestro, me pregunto qué le quedará por ofrecer cuando se demuestre que no hay irregularidades significativas prácticamente en ningún lugar (además de las ya conocidas, que son de todos los colores).

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