miércoles, 3 de diciembre de 2008

A Ignacio Uría Mendizabal, in memoriam

No hay trabajo más absurdo que encontrarle el sentido a una muerte causada por terroristas, buscar algo de racionalidad en el provincianismo cateto con que argumentan su oposición a la "Y vasca" es tarea inane, porque aunque se encontrara en ellos el menor indicio de lucidez, que no es el caso, éste jamás podría justificar semejante barbarie más que en la retorcida mente de un asesino. Oponerse a una infraestructura porque esta "aumentará la dependencia económica con España", lo que traducido significa que llevará prosperidad a la región, no tiene más sentido que hacerlo porque la Y no existe en euskera, por tanto conviene no dejarse engañar por las cortinas de humo con que, ya sea en forma de reivindicación histórica o de ensoñación nacionalista, tratan de disfrazar sus crímenes: Ignacio Uría Mendizabal no ha muerto porque su empresa construya un determinado tramo de un ferrocarril, sino porque ha tenido la desgracia de vivir en una tierra y en un instante en los que miserables descerebrados sin escrúpulos disfrazan su actividad delictiva de lucha patriótica y, como la estupidez humana no tiene límites, hay quien les cree.
Vaya desde aquí mi más sentido pésame a
los familiares, amigos, compañeros y conocidos de D. Ignacio Uría Mendizabal, ojalá la certeza de la imposibilidad del éxito de sus asesinos y la firmeza y unidad que en ese sentido muestre toda la sociedad, ayuden a sus seres queridos a sobrellevar su dolor.

1 comentario:

PARA LA LIBERTAD dijo...

Decia Blas de Otero:
"Pido la pazy la Palabra.

Un saludo