miércoles, 9 de marzo de 2011

Las víctimas profesionales

Ha tardado un tiempo Ruiz-Mateos en encontrar a alguien a quien culpar de la situación en la que su mala gestión ha colocado a sus empresas, como es costumbre (ambas cosas lo son, gestionar mal y culpar a terceros de su propia incapacidad). No parece haber tenido otra estrategia el empresario que crecer a toda costa, imagino que para entrar en esa categoría de "demasiado grande para caer", algo que afortunadamente no ha conseguido porque a los ciudadanos ya nos ha costado suficientes miles de millones la tan supuesta como inmoral obligación de rescatarlas, de forma que ahora , a falta de argumentos para responsabilizar al gobierno , para eso ya están los sms de intereconomía, y fallido su primer intento de culpar a la prensa, el culpable es Emilio Botín. Porque alguno tiene que haber y puestos a elegir es preferible escoger a alguien a quien sea fácil aplicar la zafia demagogia marca de la casa, alguna presa fácil del burdo populismo: si todo el pecado de Botín es haber restringido el crédito a Nueva Rumasa, habrá que darle al señor Ruiz-Mateos la bienvenida al club porque toda la banca le ha restringido y aun restringe el crédito a todas las empresas, PYMES y ciudadanos de ese país, a menudo a quienes no sólo lo necesitan más que él, sino a quienes también lo merecen más. Amenaza ahora el clan del empresario con investigar todos los escándalos que puedan afectar al banquero (bienvenido sea si se averigua algo, dicho sea de paso), cuando lo propio sería que colaborase en la investigación de los que afectan a su grupo, que son graves y son muchos, y no se sabe si, toda vez que Superman no es ya el más popular de los superhéroes, se disfrazará de Bob esponja para cosar mediáticamente a su nuevo archienemigo. Lo que sea menos asumir sus responsabilidades, cargar con las consecuencias y ante todo disculparse ante aquellos a los tan cínicamente reconoce ahora en su correspondencia haber engañado (cartas que él mismo ha hecho públicas, demostrando lo poco que le importan en realidad sus inversores).
El entramado empresarial radicado fiscalmente según la prensa a menudo en paraísos fiscales y toda la contabilidad creativa que ha aplicado para, en palabras de uno de los hijos varones, "blindar su patrimonio" (fuera de España, se entiende) sería simplemente inmoral e insolidario si se hubiera limitado a eso, pero cuando para blindar ese patrimonio se han llevado por delante el de miles de familias trabajadoras (y el de no pocos inversores) la más baja calificación moral es necesariamente aplicable. Sólo cabe esperar que las debilidades del sistema no impidan que la calificación penal vaya en consonancia, algo que me atrevo a vaticinar que no sucederá. Si hubieran dedicado los mismos esfuerzos a gestionar bien sus empresas en lugar de a blindar su patrimonio personal y escudarse tras una perpétua imagen de víctimas profesionales, tal vez nada de esto habría sucedido.

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