miércoles, 16 de julio de 2008

Las balanzas fiscales o cómo se pesan las cosas que no pesan

Resulta que es necesario que se publiquen las balanzas fiscales para comprobar que hay quien paga más y quien paga menos, quien tiene déficit y quien tiene superavit. ¡Pues menos mal! Para un territorio determinado, el que sea, tener una balanza fiscal negativa, lejos de ser un agravio, debería ser motivo de orgullo porque es indicativo de dos cosas, a saber, de su buena situación económica y de su solidaridad.
El hecho de que la riqueza se reparta dentro de un estado parece más bien obvio, sin embargo creo que en todo esto hay un error de concepto, me explico, se debe repartir la riqueza, sí, pero lo importante no es que haya regiones más o menos favoracidas, sino que haya ciudadanos más o menos necesitados y es por eso, por la existencia de desigualdades entre los ciudadanos, por lo que se hace necesaria la redistribución de la renta. Si se hace bien y la consecuencia es que quienes menos tienen más reciben y quienes más ganan más pagan, entonces todo se hará correctamente independientemente del resultado de esa, que me perdonen por el anatema, absurda invención de las balanzas fiscales. Y tras la publicación de estos datos yo personalmente sigo teniendo serias dudas sobre la justicia distributiva de nuestro país, repito, entendiendo como destinatarios de dicha redistribución a los ciudadanos. Las balanzas son sólo una herramienta, lo importante es qué se pesa en ellas, y en esta ocasión las hemos usado para ponderar cuestiones equivocadas.

No hay comentarios: