martes, 26 de octubre de 2010

Silencio en el desierto

Sin llegar al colorismo verbal de Arturo Pérez Reverte, quien siga este blog conoce mi escaso aprecio por el exministro Moratinos, muy especialmente a causa de su política hacia el pueblo saharahui. Tenía ayer su sustituta una ocasión estupenda para apartarse de la vergonzante línea que el gobierno había seguido hasta ahora, podía haber condenado el asesinato de un adolescente por parte de fuerzas del ejército marroquí cuando trataba de salir de un campamento para cometer el terrible delito de buscar algo de comida, pero la línea fijada parece ser inamovible hasta el punto que considero estéril responsabilizar por ella a la nueva ministra, cuando parece evidente que es el propio presidente quien la marca. No sé que espera encontrar el señor Rodríguez Zapatero al final de esa línea, me temo que en su política con Marruecos sigue la misma línea que seguía Emilio Aragón en aquellos programas en que se preguntaba ¿encontrará este hombre el final de la línea blanca?, y andaba y andaba sin llegar jamás a su destino, sólo espero que el resto de fuerzas políticas y sociales sean capaces de expresar  tan contundentemente el rechazo del pueblo español a la represión marroquí como su apoyo al pueblo saharahui. Porque es de justicia.

No hay comentarios: