jueves, 1 de octubre de 2009

La pensión y la condena

La pensión que el directivo del BBVA Goirigolzarri probablemente sea la única noticia aparecida en prensa últimamente sobre la que ha habido una contundente unanimidad entre la clase política, y lógicamente la ha habido en rechazarla, pero en ese panorama más bien contundente de rechazo me llama la atención la virulenta reacción de esa peligrosa izquierdista radical que es nuestra Ministra de Economía, quien no ha tenido nada más taxativo que decir sobre el tema que es "decisión de los accionistas", con lo que tanto el BBVA como el propio Goirigolzarri han sufrido un terrible ataque de pánico que les ha llevado a reconsiderar su decisión, lo que sin duda harán público en fechas próximas. Añadió, por si quedaba alguna duda de su contundente rechazo, que habría alguna consideración ética que hacer al respecto y que ya nos imaginábamos la opinión del gobierno. Lo que no explicó es porqué debíamos imaginar su rechazo en lugar de escucharlo de su boca, como se espera de los políticos y en lo que suelen pecar más del exceso que del defecto, y francamente, me pregunto si en otros temas que en lugar de a una entidad como el banco en cuestión y una fortuna como la del jubilado afecten a los ciudadanos, la ministra mostrará esta misma moderación, contención verbal y ánimo zen en la condena, de hecho habría sido deseable que se tomara un momento de sosiego y reflexión semejantes antes de decidir una subida de dos puntos en el IVA, por ejemplo.
Más destacable es, sin embargo, la condena del ministro Blanco, éste más aficionado al exceso verbal que su compañera de gabinete, quien no se ha limitado a expresar su contundente rechazo moral, sino que ha añadido a su condena su opinión sobre la fiscalidad de estas prebendas, que según él, y lo comparto, deberían gravarse con una fiscalidad especial (y más alta, se entiende). La lástima es que esta mañana, gracias a la Hemeroteca Justiciera de Santiago González, hayamos sabido que este gobierno bajó la fiscalidad de estas rentas hace diez meses del 43 al 18%, es decir, que gracias a la mano dura de este gobierno, azote de los poderosos, con las rentas altas el estado dejará de ingresar unos 13 millones de euros de los 54 que cobrará el señor
Goirigolzarri, que no es que gracias a ellos hubiéramos salido de la crisis pero desde luego es una cantidad nada despreciable con la que se podrían hacer infinidad de cosas, como por ejemplo no tener que despedir a los 400 investigadores biomédicos cuya situación se denuncia hoy en una carta abierta al Presidente, por no hablar de las pymes o los empleos que se podrían salvar con ellos, tal vez una gota en el océano, de acuerdo, pero una gota que calmaría la sed de muchas familias. Mi única duda es si el ministro Blanco nos ha tomado el pelo por desconocimiento o con hipocresía, pero ninguna de las opciones hace más tolerable su intervención.

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